Llega el frío y la elección de un buen zapato es fundamental para evitar determinadas afecciones en nuestros hijos como deformidad en los dedos, uñeros, dolor en la planta del pie o eccemas. Los pies son nuestro apoyo para movernos con desenvoltura. De ahí la importancia de cuidarlos en todas la...
Llega el frío y la elección de un buen zapato es fundamental para evitar determinadas afecciones en nuestros hijos como deformidad en los dedos, uñeros, dolor en la planta del pie o eccemas. Los pies son nuestro apoyo para movernos con desenvoltura. De ahí la importancia de cuidarlos en todas las épocas del año.
Como primera premisa para la elección ideal, el modelo de zapato que elijamos para nuestros hijos debe permitir un correcto desarrollo del pie respectando la biomecánica y fisiología del mismo, sin olvidar tampoco el entorno en el que viva el niño y la rutina individual que lleve.
Talla
A la hora de elegir el calzado adecuado el tamaño, suela, material e incluso los calcetines son factores a tener en cuenta. Antes de comprarlos, el niño debe probárselos con los calcetines y debe ponerse de pie, para que cargue su peso sobre los dos pies y vigilar que haya un espacio de entre 0,5 y 1 centímetros entre el dedo más largo y el calzado.
Para ello podemos pedirle al niño que empuje el pie hacia delante una vez está de pie, e introducir el dedo índice nuestro por la parte del contrafuerte. Si el zapato no es su talla bien porque le queda pequeño podría alterar su forma de caminar, fortalecer los dedos en garra y los uñeros e incluso hacerle rozaduras si le está grande.
Flexibilidad
Es fundamental que el calzado por la parte delantera sea ancho para que los dedos queden sueltos y se muevan libremente. El modelo más adecuado, es un zapato que se adapte y sujete bien al pie, y que disponga de cordones o velcro en el empeine, asegurando que la parte delantera del zapato sea flexible, para que al andar las articulaciones del pie puedan moverse con holgura.
Otro punto a tener en cuenta es la movilidad del tobillo, en caso de llevar zapatos el contrafuerte debe de quedar por debajo de los huesos laterales del tobillo, y si son botas, éstas deben ser flexibles en ese punto.
Suelas
Las suelas deben de ser planas y flexibles en la parte delantera. Buscar materiales como la goma para garantizar la amortiguación y evitar los tacones en edades tempranas.
Plantillas
Punto importante en una de las partes del zapato es la plantilla interior, ésta debe de ser plana para asegurar un desarrollo correcto del Arco Interno del pie. En caso de que algún niño necesite fortalecer esa zona por pie plano, lo mejor es consultar con su podólogo de confianza y confeccionar unas plantillas a medida.
Calcetines
Es una pieza importante para una buena salud del pie utilizar los calcetines de material adecuado. Las fibras naturales como el algodón es lo más recomendables ya que permite la transpiración normal de los pies. Para evitar malos olores e hiperhidrosis (exceso de sudoración) es importante usar un par de calcetines al día en aquellos niños que padecen esta patología.
Material
La elección del material es de especial relevancia. Se recomienda adquirir un calzado fabricado con materiales naturales que permitan la transpiración, como la piel o el cuero, ya que evitan la sudoración excesiva y el mal olor.
Tiempo de uso
A pesar de haber elegido un calzado correcto, hay que tener en cuenta que los zapatos y zapatillas deben utilizarse sólo unas horas del día. Es recomendable que en casa los pies estén libres, y será suficiente utilizar un calcetín antideslizante.