¿Qué pasa en mi organismo cuando voy a la playa?

¿Qué pasa en mi organismo cuando voy a la playa?

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Especialistas del Hospital Vithas Almería explican sus beneficios para la piel, sistema nervioso, circulatorio, respiratorio, articulaciones y huesos

Pasear a la orilla del mar, bajo la acción del sol y el agua salada, mejora el estado de salud

Las sales minerales del agua de mar evitan el envejecimiento de la piel y limpian las vías respiratorias

El efecto de las olas sobre nuestro cuerpo favorece la circulación y el correcto funcionamiento de músculos y articulaciones

Las vacaciones son un buen momento para conseguir un efecto reparador en nuestro organismo, aumentando los periodos de descanso y realizar actividades que nos proporcionen bienestar. Bañarse en el mar o pasear junto a la orilla puede tener muchos más beneficios de los que nos imaginamos. Por ese motivo los doctores Sonia Suárez López (especialista en medicina familiar y comunitaria, médico de Urgencias), María Pérez de la Blanca y Maria Paz Martínez Cortés (especialistas en medicina interna), del Hospital Vithas Almería de Almería y otros profesionales de este hospital, explican cuáles son los principales motivos por los que debemos aprovechar todos los beneficios que nos aporta el mar este verano. El Hospital Vithas Almería pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 31 centros: 12 hospitales y 19 centros especializados Vithas Salud.

Empecemos por conocer el agua de mar

En la composición del agua marina encontramos componentes como cloro, sodio, azufre, potasio, calcio y magnesio, que benefician partes de nuestro cuerpo como piel, pulmones y articulaciones. Todo es gracias a un proceso conocido como quimiosíntesis, que permite que los minerales inorgánicos se convierten en nutrientes gracias a la acción de las bacterias marinas pasando a nuestro organismo antioxidantes y vitaminas. Además, su acción se verá aumentada si tomamos el sol o nos damos paseos por la playa.

No podemos olvidar los beneficios de la talasoterapia, que según la definición de la Sociedad española de de Hidrología Médica (SEHM) es “el uso con fines terapéuticos del agua del mar junto al clima marítimo”, teniendo en cuenta elementos como el bioclima marino (en concreto la exposición al sol de forma metódica, denominada helioterapia, y la climatoterapia marina, usando la atmósfera, temperatura, humedad, vientos, presión barométrica , etc.); el agua de mar; los lodos y algas marinas; además de la arena y todas las demás sustancias de origen marino como el plancton y phitoplancton.

Su uso con fines terapéuticos, por parte de médicos expertos, en enfermedades reumáticas, traumatológicas, dermatológicas, del sistema respiratorio o del sistema venoso y linfático venoso, entre otras, demuestra que la naturaleza a veces puede hacer mucho por nosotros. Por lo tanto, se puede decir que ir a la playa puede aportarnos una serie de efectos beneficiosos en diferentes órganos y sistemas del organismo.

Los beneficios sobre la piel

Uno de los órganos que más se beneficia de las propiedades del agua del mar es la piel. La doctora Sonia Suárez López, del Hospital Vithas Almería, explica que “las propiedades del agua de mar han sido históricamente tenidas en cuenta para recuperarnos de dolencias relacionadas con la dermis”. Gracias a los componentes en sales minerales como cloruros de sodio, magnesio, calcio, potasio, yodo, etc., que proporcionan propiedades beneficiosas como:

        -Efecto antioxidante que contribuye a paliar el envejecimiento de la piel.
        -Efecto cicatrizante y desinfectante.
        -Actualmente sabemos que proporciona una mejoría muy significativa en pacientes que padecen psoriasis, (cerca de 2% de la población la sufre en                España) y eccema atópico por su poder antiinflamatorio. Aunque siempre hemos de continuar con el tratamiento prescrito por el especialista: “que nos          bañemos en el mar no significa que debamos dejar apartada la medicación que nos hayan recetado”, apunta la doctora Suárez.

Limpiemos las vías respiratorias

Si vivimos en la ciudad, es probable que nuestros pulmones hayan acumulado durante el año más elementos patógenos que si viviésemos en un entorno menos contaminado. La brisa marina está mucho más libre de impurezas que el aire que respiramos en las grandes ciudades, más contaminado y con mayores índices de CO2.

En la orilla del mar, respirar profundo y darnos un chapuzón nos proporcionará muchos beneficios, por el contenido en yodo y porque ayuda a limpiar las vías respiratorias. El efecto es beneficioso puesto que “la brisa marina actúa como una especie de aerosol o spray natural muy rico en yodo, que es perfecto para regular la glándula tiroides y por el grado de humedad y salinidad, ayuda a la expulsión de moco “, explica la doctora Martínez Cortés del Hospital Vithas Almería. De hecho, como explica la especialista en medicina interna, al respirar esta brisa marina, “el ritmo cardíaco se hace más lento y mejora la circulación periférica, aumenta la amplitud de los movimientos respiratorios, mejorando la ventilación pulmonar, aumenta la hemoglobina y hematíes y fijación de oxígeno”. El aire marino además, “produce ozono de forma natural con propiedades bactericidas que también previene enfermedades respiratorias”, mejor que respirar aire urbano.

Ejercitemos el sistema circulatorio

“Caminar por la orilla o nadar ejercita nuestro sistema circulatorio, activa el sistema linfático yayuda al retorno venoso y a fortalecer las paredes de arterias y venas”, explica la doctora Pérez de la Blanca del Hospital Vithas Almería. “Además, las olas del mar producen un efecto masaje en los tobillos que también ayuda a activar la circulación”, afirma la especialista. Esto se traduce en:

         -La temperatura del agua actúa directamente sobre el sistema vascular periférico ocasionando una vasoconstricción cutánea y una vasodilatación                central con aumento de la intensidad respiratoria y de la función cardíaca.
         -La acción del oleaje y de las corrientes sobre el cuerpo obliga a realizar un esfuerzo para mantener el equilibrio y para movernos dentro del agua, lo              cual al estimular la realización de ejercicio físico, mejora nuestras articulaciones y músculos favoreciendo el bombeo de sangre al corazón.
         -Además, la práctica de deporte en la playa “mejora el sistema propioceptivo de miembros inferiores en las articulaciones del pie, rodilla y cadera, a la          vez que regenera la piel de la planta del pie y, si vamos mojándonos las extremidades inferiores, refrigeramos el organismo, ya que desde la planta del          pie se bombea la sangre hacia el corazón”, apunta De la Blanca. Los beneficios para el sistema musculo – esquelético

Un paseo a buen ritmo por la playa: a unos 5-6 Km/h, irá adaptando nuestro organismo y tonificando la musculatura de piernas y muslos. Incluso si se hace un poco de esfuerzo y se sube un poco de pendiente también se tonificarán los glúteos. “Pero lo más importante es realizar el paseo a primera hora de la mañana o de la tarde, siempre con factor protector y protección de los ojos con gafas o lentillas con filtro UV” advierten expertos en medicina física y rehabilitación del Hospital Vithas Almería.

Si pasear ayuda a fortalecer las articulaciones, nadar mejora nuestra musculatura, y es que “el golpeo de las olas contra nuestro cuerpo actúa a modo de masaje, provocando relajación muscular “, añade la doctora Suárez. Al estar dentro del agua nuestro peso disminuye, “con lo cual podemos mover rodillas y cadera con una carga menor, lo que beneficia la nutrición del cartílago, a la vez que no se le daña si estamos pasados de peso. También obtendremos el beneficio de mejorar el retorno venoso y de realizar buen drenaje linfático, por la mayor presión que hay a mayor profundidad” concluye Suárez.

Liberemos de cargas al sistema nervioso

Tras un largo periodo laboral, empezamos las vacaciones con la esperanza de recuperarnos y volver con las pilas cargadas, sin embargo, en muchas ocasiones no conseguimos “desconectar” tanto como quisiéramos.

“Cuando conseguimos liberarnos de esa carga de estrés, somos capaces de disminuir el ritmo cardíaco, el nivel de ansiedad y mejorar el sueño”, explican los especialistas en psicología del Hospital Vithas Almería. “La ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienzan a disminuir los niveles de ansiedad”, según estos expertos. Todo ello “sumado al ejercicio físico que se realiza durante la natación, favorece un descenso del ritmo cardíaco, con mejor oxigenación de los tejidos y mejoría de la circulación periférica; pero, además, el sol y el calor tienen efectos sedantes, por lo que, tras un baño, la fatiga acumulada por el esfuerzo facilita la relajación y la inducción al sueño”, según los especialistas en Medicina del Deporte del citado hospital Vithas en Almería.

El compromiso de Vithas: calidad, innovación y largo plazo

Vithas atiende anualmente a más de 2.900.000 de pacientes en sus 12 hospitales y 19 centros especializados denominados Vithas Salud. Los hospitales están ubicados en Alicante, Almería, Benalmádena, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Tenerife, Vigo y Vitoria-Gasteiz. Los centros Vithas Salud se encuentran en Alicante, El Ejido, Fuengirola, Granada, La Estrada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Marín, Pontevedra, Sanxenxo, Vilagarcía, Vigo y Vitoria-Gasteiz.

La apuesta de Vithas por una asistencia sanitaria de calidad va unida al compromiso de inversión permanente en mejora de infraestructuras y dotaciones tecnológicas. Con un modelo de crecimiento que se basa en la diversificación geográfica y la sostenibilidad, el grupo prevé consolidar su presencia nacional ya sea de manera orgánica o mediante adquisiciones.
 

Hospitales y centros Vithas

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