La prevalencia de esta enfermedad, que suele debutar en la mayoría de los casos durante la infancia, se debe a la diversidad de factores ambientales que existen en nuestro país. Estornudos, congestión y goteo nasal, acompañados en algunos casos de sintomatología ótica y faríngea e incluso estornudos y lagrimeo, son los síntomas principales de la rinitis alérgica.
La diversidad de factores ambientales que existen a lo largo de la geografía española justifica la elevada prevalencia de la rinitis alérgica entre pacientes pediátricos en nuestro país. De hecho, esta enfermedad, que suele debutar en la mayoría de los casos durante la infancia, es un importante motivo de consulta en los servicios asistenciales pediátricos, de acuerdo con un artículo publicado por la Asociación Española de Pediatría.
“Cuando hablamos de rinitis alérgica hacemos referencia a una inflamación de la mucosa nasal, como resultado de la exposición a un determinado alérgeno al que el paciente muestre sensibilidad. Los ácaros del polvo y los pólenes son los alérgenos más importantes que la desencadenan”, explica el Dr. Francisco Domínguez, jefe de servicio de pediatría y neonatología de Vithas Las Palmas y socio de honor de la Asociación Española de Pediatría.
“Es cierto que, nivel nacional, en concreto en la Península, con la llegada de la primavera y el incremento del polen, los niños suelen presentar este tipo de patología. Sin embargo, en Canarias, si bien el polen no suele ser un alérgeno determinante de la rinitis alérgica, los pacientes pediátricos acuden a consulta por esta sintomatología habitualmente provocada por los ácaros del polvo. El alto porcentaje de humedad constante y el cálido clima del Archipiélago son dos factores que propician la presencia de este alérgeno en las Islas y, consecuentemente, que los niños presenten episodios alérgicos”, detalla el especialista.
Según datos del Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia (Study of Asthma and Allergies in Childhood), ISAAC, por sus siglas en inglés, el 8,5% de los pacientes de entre 6 y 7 años y el 16,3% de los de 13-14 años aseguran que han tenido síntomas de rinitis alérgica, convirtiéndola en una de las patologías crónicas más frecuente en la edad pediátrica.
“Estornudos, congestión nasal, rinorrea –comúnmente conocido como goteo nasal-, estornudos, así como lagrimeo, incluso conjuntivitis, acompañados en algunos casos de sintomatología ótica y faríngea forman parte del cuadro clínico habitual de los pacientes pediátricos con rinitis alérgica”, describe el Dr. Domínguez. Además, de este estudio se desprende que, entre un 40-50% de los pacientes con rinitis tiene asma, y un 80-90% de los asmáticos tiene rinitis”, añade.
Efectos secundarios de la rinitis alérgica en niños
Esta sintomatología tiene efectos secundarios en la calidad de vida de los pacientes, especialmente en el caso en edad pediátrica. “Cuando un niño presenta rinitis alérgica y los síntomas debutan puede repercutir negativamente en su conducta, así como en la calidad del sueño. Como resultado, puede padecer somnolencia diurna, cefaleas, falta de atención e incluso ansiedad, lo que puede afectar a su rendimiento escolar”, asegura el especialista de Vithas Las Palmas.Por eso, “una vez diagnosticada la enfermedad, lo mejor es consultar con el alergólogo pediátrico cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso para que, cuando el niño presente un episodio de reagudización pueda combatirlo y seguir con su rutina sin problemas”, destaca el pediatra.
