Si un bebé tiene granitos no hay que asustarse. En la mayoría de casos son benignos y pasajeros. La mayoría de esas lesiones dérmicas ‘o granitos’ son benignas y pasajeras. Siempre en un contexto de un buen estado general de salud.
Si un bebé tiene granitos no hay que asustarse. La piel de los bebés es de lo más delicada. Sobre todo en los recién nacidos. Por eso debemos tener cuidado con ella. No solo con las irritaciones más típicas del culete. También con las del resto del cuerpo. Si un bébe tiene granitos no hay que asustarse. La mayoría de esas lesiones dérmicas ‘o granitos’ son benignas y pasajeras. Siempre en un contexto de un buen estado general de salud.
Si un día los descubres, por ejemplo, en la cara, espalda o el área del pañal de tu bebé, hay que tener tranquilidad. Normalmente no son graves. Y es que debemos tener especial cuidado con la piel de los bebés. No solo en la zona del pañal, sino en el resto del cuerpo.
Cuatro tipos de ‘granitos’
- Acné neonatal
- Sudamina (causado por el sudor)
- Eritema tóxico
- Dermatitis del pañal
Estos cuatro son generalmente, benignos, y los más frecuentes en bebés.Hay otros tipos de alteraciones de la piel que están relacionadas con virus o bacterias. Generalmente aparecen cuando hay fiebre o algún otro síntoma. Es el caso de enfermedades exantemáticas propias de la infancia: varicela, sarampión, herpes, impétigo o infección sobre agregada. Todas ellas las debe valorar un pediatra.
¿Cómo evitarlos o eliminarlos?
- Si un bebé tiene granitos lo primero es reducir la temperatura ambiental y la exposición solar excesiva.
- También evitar las ropas demasiado abrigadas. Es fundamental mantener seca la zona afectada, sobre todo en la dermatitis del pañal. Por eso conviene cambiar al bebé con frecuencia.
- Si un bebé tiene granitos y están acompañados de fiebre, hay que tratarla. Está contraindicado frotar los granitos. Solo hidratarlos, pero sin usar cremas grasas.
- Ten en cuenta que, en la mayoría de los casos, no requieren de antibióticos. Es cierto que la zona afectada puede lucir algo “aparatosa”. Lo más recomendado es “hidratarla”. Pero cuidado, si hay infección, como en el caso de impétigo, deberás buscar atención médica. Será el pediatra el que te indique los antibióticos pertinentes y más adecuados para tu bebé.
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