Cáncer de cuello uterino. ¿Lo puedes prevenir?

Cáncer de cuello uterino. ¿Lo puedes prevenir?

Hospital Vithas Vitoria

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El diagnóstico precoz, el cribado y la vacunación son clave para prevenir la aparición del cáncer de cuello uterino y ayudar a erradicarlo. Es clave acercarse a un servicio de Obstetricia y Ginecología.

El cáncer de cuello uterino, también llamado cáncer de cérvix, es el cuarto más frecuente en las mujeres de todo el mundo. Se origina en las células del cuello del útero, la parte inferior del útero, conectada con la vagina. Y es el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual, el que causa la mayoría de tipos de este cáncer.

Cuando nos exponemos al VPH, nuestro sistema inmunitario evita, en su mayoría, que nos dañe. Pero en algunas personas el virus sobrevive durante años, y provoca que algunas células de esta zona se conviertan en cancerosas.

Diagnóstico precoz y cribado

¿Cómo podemos prevenirlo?  El diagnóstico precoz y los cribados son clave. Se evitarán muchos sustos el día de mañana y, desde el punto de vista sanitario, muchos gastos innecesarios. Es clave acercarse a un servicio de Obstetricia y Ginecología.

En mujeres hasta los 25 años, es suficiente con hacer un test del VPH. Y, a partir de esa edad, sumar además la citología. Si el test es positivo nos puede indicar una alteración, aunque a veces esté latente, y la citología nos dirá qué es y si debemos dar pasos para evitar que progrese hacia el cáncer.

Una medicina preventiva que permitirá llegar a la antesala del desarrollo del cáncer, a las lesiones precancerosas, y tratarlas. Porque este tipo de cáncer no surge de un día para otro, su evolución es a largo plazo.

Vacunación del VPH

Como se trata de un cáncer que guarda una relación directa con la infección del virus del papiloma humano, es  importante la vacunación contra el VPH. Las primeras vacunas  protegían alrededor de un 70%, pero desde 2022 han surgido otras que cubren el 90% del virus.

Las mujeres pueden ponerse esta vacuna a cualquier edad, porque la protección es importante. Incluso aunque ya tengan la primera, porque la cobertura de la segunda es mayor. Pero lo habitual es vacunar a adolescentes antes de tener relaciones sexuales, también a los varones, para ayudar a hacer inmunidad de rebaño.

No obstante,  tener la vacuna no exime de tener problemas el día de mañana. Esa falsa seguridad de que, al estar vacunada, no pasa nada, no tomo medidas, nos puede llevar a un aumento de enfermedades de transmisión sexual y de que nos podamos infectar con otros tipos de VPH.

Se debe destacar la importancia de las revisiones y cribados. De esa forma, se cumplirán los objetivos de la OMS para 2030, con un 90% de curación del cáncer. E, incluso, en algún momento se llegará a erradicar.

10-15% de casos

Si se hacen las medidas propuestas por salud pública en vacunación y medicina preventiva, es muy difícil desarrollarlo.

Porque ten en cuenta que, aunque el VPH es el factor principal, tenerlo no implica directamente desarrollar cáncer de cuello uterino. No es una asociación directa. El virus del papiloma humano es una condición necesaria, peo no suficiente para desarrollar cáncer de cérvix.

Otro factor destacable es el tipo de virus que tengas. Los de bajo riesgo están relacionados con verrugas y condilomas. Y los de alto riesgo, que son más de 40, sí tienen relación con este cáncer. Sin olvidarnos de otros ayudantes como el tabaco (fumar diariamente una cantidad importante) o una bajada de defensas del sistema inmune.

Entre los síntomas del cáncer de cérvix están los pequeños sangrados tras las relaciones sexuales, las alteraciones del ciclo menstrual, etc.

En ese sentido, las lesiones cancerosas aparecen cuando la infección por VPH es persistente, que es en el 10-15% de los casos, y no suele ser muy drástico.

Tratamiento y embarazo

Sin embargo, una vez diagnosticado, existen diversos tratamientos según la etapa en que esté. Si son lesiones pre invasivas o cancerosas en fase anterior, son leves, y el propio organismo se defiende de forma natural.

En las moderadas y graves, intentamos quitar de manera selectiva las lesiones, bien con tratamientos quirúrgicos o de crioterapia (congelar y quemar la zona). Y si ya hay cáncer de cuello uterino, habría que optar por la cirugía o, si es más invasivo, por la radioterapia o braquiterapia.

¿Y en cuanto a la gestación?

Abogo por la normalidad si se tiene el virus del papiloma. Hay que hacer un control y citología, pero puede coexistir con el embarazo. El 80% de las pacientes que tiene el virus, lo eliminan porque su cuerpo se defiende.

Ante todo, pongamos este cáncer en perspectiva: al año, a nivel nacional, se diagnostican 1950 cánceres de cérvix. De mama, unos 25.000. El cáncer de cuello uterino es una complicación grave, extremadamente infrecuente, de un fenómeno muy común como es la infección por el VPH. Y tener VPH no es tener cáncer de cérvix. Que quede muy claro.

Dr. Manuel García Manero, especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Vithas Vitoria

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