- En un porcentaje muy elevado estos golpes producen lesiones en las rodillas, principalmente en menisco, ligamento cruzado anterior y ligamento lateral interno
- La práctica del snowboard ha supuesto un aumento de lesiones en la muñeca y clavícula
Las pistas de esquí están a pleno rendimiento y la práctica de este deporte de invierno, así como del snowboard, implica en bastantes ocasiones, caídas y golpes que pueden ocasionar lesiones traumatológicas de mayor o menor gravedad
El doctor Jose Nebot, traumatólogo de Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre, explica las lesiones más frecuentes y da las claves para prevenirlas. “Lo más habitual son los golpes en costados, hombros, muslos o caderas. En un porcentaje muy elevado estos golpes producen lesiones en las rodillas principalmente en menisco, ligamento cruzado anterior y ligamento lateral interno y con menor frecuencia lesiones del tronco, fracturas costales y la columna o aplastamientos de los cuerpos vertebrales”, comenta el profesional.
“Además, no hay que olvidar, -agrega el profesional-, las fracturas de muñeca y en ocasiones, cuando la correa del bastón se engancha con el dedo pulgar, se produce una hiperextensión del ligamento. Es la lesión conocida como pulgar del esquiador”. Por otra parte, la práctica del snowboard ha supuesto un aumento de lesiones en la muñeca y clavícula “ya que en esta modalidad las rodillas no suelen lesionarse al ir paralelas y sujetas a la tabla”, subraya el doctor Nebot.
Para el profesional, la preparación física previa a la práctica de este deporte es fundamental, “es necesario ejercitar la musculatura iniciando ejercicios dos meses antes del esquí, así se evitarán lesiones y se ganará en flexibilidad”.
Durante la práctica del esquí, y sobre todo si va a ser una jornada larga con un esfuerzo físico importante, “es clave el aporte de líquidos (agua o bebidas isotónicas), antes, durante y después del ejercicio. Esto contribuye a retrasar la fatiga y mejora el rendimiento”.
Una lesión grave son los traumatismos craneoencefálicos, “de ahí la importancia de utilizar caso de esquiar”, agrega el especialista. “Además, la ropa ha de ser cómoda, transpirable y antideslizante, fundamental en las caídas, y la bota ha de adaptarse anatómicamente al pie y permitir movilizar los dedos pero no el pie ni el talón”.