- El melasma es un tipo de mancha benigna muy frecuente tras el verano y es en el rostro la parte en la que más se manifiesta por pasar mucho tiempo expuestos al sol
- Existen dispositivos tecnológicos de control digital y seguimiento de lesiones melanocíticas (lunares) que permiten prevenir el cáncer de piel
La radiación ultravioleta produce envejecimiento cutáneo e incrementa la producción de melanina, sustancia encargada de generar el pigmento de la piel, que es la forma que las células tienen de defenderse del daño que provoca el sol. Por esta razón, las manchas en la piel aparecen más en verano ya que aumentamos las horas de exposición solar y tenemos más actividad al aire libre. Además, utilizamos ropa que deja más piel al descubierto y telas delgadas que no bloquean completamente los rayos ultravioletas.
Según explica el doctor Ruggero Moro, responsable de la Unidad de Dermatología y Estética del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “el melasma es un tipo de mancha benigna muy frecuente tras el verano y es en el rostro la parte en la que más se manifiesta por pasar mucho tiempo expuestos al sol en la playa, piscinas o practicando deportes al aire libre. Por ello, es clave la prevención y por supuesto un diagnóstico precoz de las manchas, especialmente tras los meses de verano. No hay que olvidar que la exposición al sol es la principal causa de hiperpigmentación, ya que es la luz solar la que desencadena la producción de melanina en primer lugar”.
“Ya sean léntigos o melasma, -afirma el profesional-, en ambos casos lo que ha ocurrido es una alteración de la melanina que contienen las células”. Esta se va acumulando en exceso, dando lugar a ese tono marrón de las manchas. El melasma ocurre sobre todo en mujeres, con una clara influencia hormonal y suelen aparecer sobre el labio superior, en la frente, en las mejillas o en el puente de la nariz. Una vez han aparecido sobre la piel, son difíciles de eliminar por completo, si bien requieren el uso de cremas específicas, tratamientos y aparatología aplicados por parte de profesionales cualificados.
Diagnóstico de manchas solares
Ante la aparición de cualquier nueva mancha en nuestro rostro o en nuestro cuerpo, conviene hacer una visita al dermatólogo para que la revise y nos indique el tratamiento más adecuado así como analizar la mancha para tener un diagnóstico temprano en el caso que la lesión sea maligna.
El doctor Ruggero Moro, recalca que “existen dispositivos tecnológicos de control digital y seguimiento de lesiones melanocíticas (lunares) que permiten prevenir el cáncer de piel de manera más efectiva. Con este objetivo, se realiza un seguimiento de los lunares en pacientes de riesgo a través de un mapa digital de lunares que fotografía cada una de estas lesiones y registra su forma, color, tamaño y posición para controlar su evolución, analizándolos de forma periódica”.
Melanoma y carcinomas de piel
Para el doctor Moro, “el melanoma es uno de los tumores con mayor grado de malignidad, pero controlado a tiempo es un tumor que tiene un fácil tratamiento y en la mayoría de los casos puede ser erradicado con una simple cirugía”.
En este marco, la cirugía de Mohs ofrece más de un 95% de curación en carcinomas de piel sin dañar el tejido sano y que además se realiza con anestesia local. Se trata de un tratamiento quirúrgico que se lleva a cabo bajo anestesia local y que está indicado para eliminar los tumores que provocan cáncer de piel obteniendo un índice de curación más alto que la cirugía tradicional. “Esta técnica permite que el cáncer de piel sea eliminado con menos daño para la piel saludable a su alrededor. Mientras el dermatólogo extrae las capas de la piel que observa con tejido canceroso por etapas, el equipo de anatomía patología las analiza minuciosamente al microscopio controlando los bordes y el fondo del tumor", comenta el especialista.
Teniendo en consideración todos los avances tecnológicos, no hay que olvidar que la prevención y la protección de la piel frente al sol es el mejor remedio para evitar el cáncer de piel. El doctor Moro recalca que “las células tienen una serie de mecanismos reparadores que son capaces de “arreglar” estos daños que provocan las radiaciones solares, pero esta capacidad es limitada. Así, los daños celulares reiterados provocados por la exposición solar inadecuada y a largo plazo, no solo provocan el envejecimiento de la piel sino que son capaces de desencadenar alteraciones carcinogénicas”.