La alergia a la penicilina es una de las reacciones más comunes a los antibióticos y puede afectar a personas de cualquier edad. Muchas personas no están totalmente informadas sobre cómo manejar la alergia o si realmente lo son.
En este post podrás conocer los síntomas y cómo manejar su alergia adecuadamente.
¿Qué es la penicilina?
La penicilina fue descubierta en 1928 por Alexander Fleming y actualmente sigue siendo uno de los antibióticos más importantes de la historia de la medicina moderna.
La penicilina es un antibiótico derivado del hongo Penicilium, que actúa inhibiendo el crecimiento de infecciones bacterianas. Habitualmente se utiliza para combatir múltiples infecciones, respiratorias de vías altas y bajas, urinarias, odontológicas, dermatológicas, entre otras. No es efectiva para tratar infecciones víricas, como la gripe o resfriados comunes.
El más frecuentemente utilizado es la AMOXICILINA, unido o no al ácido clavulánico.
¿Cómo identificar la alergia a la penicilina?
La alergia a la penicilina es una reacción del sistema inmunológico donde el cuerpo reacciona de forma exagerada al medicamento, provocando una respuesta que genera diversos síntomas. Esto sucede cuando el sistema inmunológico libera anticuerpos al identificar la penicilina como una sustancia extraña.
Algunos síntomas más comunes por aparatos aislados son:
- Urticaria (ronchas o habones con intenso picor) y/o angioedema (inflamación de diferentes zonas como párpados, labios, lengua, garganta, incluso manos y pies).
- Rinitis, conjuntivitis, broncoespasmo.
- Dolor abdominal, vómitos, diarrea.
En ocasiones graves, puede ocurrir una anafilaxia, cuando se afectan dos o más aparatos de los descritos antes. Si existe afectación cardiovascular, con disminución de la presión arterial, es un shock anafiláctico, que es potencialmente mortal.
Es importante la atención sanitaria urgente. En el caso de la anafilaxia, el tratamiento es la adrenalina Intramuscular, además de corticoides y antihistamínicos.
¿Cómo se diagnostica la alergia a la penicilina?
El diagnóstico de la alergia se realiza junto a un médico alergólogo especializado mediante pruebas específicas, como puede ser:
- Pruebas cutáneas en prick e intradermoreacción: Se introduce una pequeña cantidad de penicilina en la piel para observar si se produce una reacción.
- Análisis de sangre: De esta forma se trata de identificar si existen anticuerpos IgE específicos de la penicilina.
- En función de las pruebas previas y de la sintomatología, pruebas de provocaciones controladas en hospital de día con el antibiótico implicado o con una subfamilia de las cefalosporinas.
Hay estudios que indican que alrededor de un 85% de las personas dicen ser alérgicas a la penicilina sin tener realmente una alergia confirmada por lo que El Comité de Alergia a Medicamentos de la Sociedad Española de la Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha puesto en marcha la campaña “Cero pacientes catalogados de alérgicos a antibióticos betalactámicos sin serlo” con el objetivo de evitar el diagnóstico erróneo de alergias a antibióticos betalactámicos, como la penicilina.
Si ha tenido alguna reacción durante la administración de una penicilina, es muy importante que acuda a un alergólogo para realizar el estudio. En el caso de confirmarse que realmente es alérgico, siempre deberá informar a los profesionales de la salud.
Si quiere conocer más información acerca de las alergias puede consultar nuestro artículo de “Alergias: ¿cuáles son sus síntomas y causas?”.
¿Has tenido una reacción a la penicilina? Solicita tu cita con el alergólogo y despeja tus dudas.
Información facilitada por la Dra. Clara Isabel Pérez Padilla, jefa del servicio de Alergología del Hospital Vithas Málaga y Vithas Xanit.