Oftalmología infantil

Oftalmología infantil

¿Qué es la oftalmología infantil?

La oftalmología infantil es la subespecialidad médica que se encarga del diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades oculares en bebés, niños y adolescentes. Dado que el sistema visual se desarrolla durante la infancia, una detección precoz es fundamental para evitar secuelas visuales permanentes.

Los oftalmólogos pediátricos están especializados en patologías que afectan a los más pequeños y adaptan la exploración y el tratamiento a su edad, garantizando una atención segura, cercana y adaptada a sus necesidades.

¿Cuándo hay que llevar al niño al oftalmólogo?

Se recomienda realizar revisiones oftalmológicas en las siguientes situaciones:

  • Entre los 4 y 6 años, aunque no existan síntomas, para descartar ambliopía y otros defectos visuales.

  • Si se observan desviaciones oculares, bizqueo o movimientos oculares anómalos.

  • Si el niño entrecierra los ojos, se acerca mucho a los objetos o presenta dolores de cabeza frecuentes.

  • En caso de antecedentes familiares de enfermedades oculares.

  • Ante infecciones recurrentes, lagrimeo constante o inflamación de párpados.

  • Si el pediatra lo indica en una revisión general.

¿Qué enfermedades trata la oftalmología infantil?

La oftalmología infantil abarca un amplio rango de patologías visuales, tanto congénitas como adquiridas. Algunas de las más frecuentes o relevantes incluyen:

  • Estrabismo: desviación de uno o ambos ojos, que puede ser constante o intermitente. Su tratamiento puede requerir gafas, ejercicios visuales, parches o cirugía.

  • Ambliopía (ojo vago): pérdida de agudeza visual en un ojo durante el desarrollo visual. Es reversible si se detecta y trata a tiempo, normalmente con oclusión del ojo sano, corrección óptica y terapia visual.

  • Errores refractivos: incluyen miopía, hipermetropía y astigmatismo. Su detección temprana permite adaptar gafas o lentes de contacto, evitando interferencias en el aprendizaje escolar y el desarrollo visual.

  • Obstrucción del conducto lagrimal: provoca lagrimeo constante o infecciones en bebés. En muchos casos se resuelve con masaje, pero en otros puede requerir sondaje quirúrgico.

  • Conjuntivitis: inflamación de la conjuntiva, de origen bacteriano, vírico o alérgico. Es común en edad escolar y debe diferenciarse bien para un tratamiento eficaz.

  • Blefaritis: inflamación crónica de los párpados, que puede causar picor, irritación ocular y pérdida de pestañas. Su tratamiento se basa en higiene palpebral y, en casos más graves, medicación tópica.

  • Cataratas congénitas o infantiles: opacificación del cristalino que puede interferir en el desarrollo visual si no se detecta precozmente. A menudo requiere cirugía.

  • Glaucoma infantil: aumento de la presión intraocular que puede dañar el nervio óptico. Es poco frecuente pero grave, y suele requerir intervención quirúrgica.

  • Alteraciones retinianas congénitas o hereditarias: como la retinopatía de la prematuridad o las distrofias retinianas. Necesitan seguimiento por equipos especializados.

  • Trastornos visuales asociados a enfermedades neurológicas o del desarrollo: como parálisis cerebral infantil, trastornos del espectro autista o déficits de atención. El abordaje puede incluir terapia visual y coordinación con neuropsicología y logopedia.

Revisiones oftalmológicas por edad

Recién nacido: Detectar malformaciones, cataratas congénitas o infecciones oculares.

  • Inspección externa ocular y reflejo rojo (test de Brückner): detecta cataratas congénitas, malformaciones oculares o tumores intraoculares.
  • Evaluación del comportamiento visual: respuesta a la luz y a objetos en movimiento.

6 a 12 meses: Se identifican posibles estrabismos o alteraciones en el desarrollo visual.

  • Evaluación de fijación y seguimiento visual: se comprueba que el bebé sigue objetos con la mirada y enfoca adecuadamente.
  • Test de alineación ocular: detección precoz de estrabismo mediante prueba de Hirschberg o test de cobertura.
  • Exploración con retinoscopio en cicloplejia (si procede): para valorar errores refractivos si hay sospecha.

3 años: Primera valoración completa de la visión.

  • Test de agudeza visual monocular: con optotipos adaptados (dibujos, E de Snellen o LEA symbols).
  • Visión binocular y estereopsis: se evalúa la capacidad de fusión y profundidad visual.
  • Motilidad ocular y alineación: detección de estrabismo latente o manifiesto.
  • Refracción objetiva con cicloplejia: si se detectan signos de error refractivo.

4 a 6 años: Revisión obligatoria antes de la escolarización. Etapa decisiva para prevenir secuelas visuales permanentes.

  • Agudeza visual en cada ojo: valoración precisa para descartar ambliopía (ojo vago)
  • Refracción con cicloplejia: para calcular con exactitud si necesita corrección óptica.
  • Test de estereopsis y visión binocular: para valorar coordinación visual.
  • Exploración completa del polo anterior y fondo de ojo: con lámpara de hendidura y oftalmoscopia si es necesario.

6 a 12 años (edad escolar): Seguimiento de miopía, adaptación de gafas y evaluación del impacto en el aprendizaje.

  • Agudeza visual con optotipos estándar: seguimiento de visión y cambios refractivos.
  • Refracción (subjetiva y objetiva): ajuste de gafas si ya las usa o detección de miopía progresiva.
  • Evaluación de acomodación y convergencia: especialmente si hay fatiga visual o problemas escolares.
  • Test de visión del color: si no se ha realizado antes.

Adolescencia (12 a 18 años): Prevenir o controlar progresión de miopía. Educación visual en entorno digital.

  • Agudeza visual y control de refracción: detección de progresión de miopía, especialmente en usuarios de pantallas.
  • Pruebas de fatiga visual y visión cercana: si hay síntomas relacionados con el uso prolongado de dispositivos.
  • Topografía corneal (en casos indicados): para descartar queratocono incipiente, especialmente si hay antecedentes familiares o astigmatismo irregular.
  • Educación visual: pautas de higiene visual, ergonomía y cuidado ocular.

En Vithas cuidamos la visión de los más pequeños

En Vithas contamos con especialistas en oftalmología infantil que trabajan en equipos multidisciplinares, con tecnología de diagnóstico adaptada a la edad pediátrica y un enfoque humano que prioriza el bienestar y la tranquilidad del menor y su familia.

Nuestros profesionales te orientarán sobre el tratamiento más adecuado para cada caso, incluyendo terapias visuales, corrección óptica, cirugía o seguimiento evolutivo.

 

 

Médicos y profesionales asistenciales

¿No tienes seguro de salud?

Benefíciate de un servicio rápido y sin esperas, en el que cuentas además con un asesor personal que te acompaña, te guía y te asesora en todo momento, para que tú sólo te preocupes por lo que realmente importa, TU SALUD, y con unas condiciones económicas excelentes.

Quiero informarme