Palpitaciones, cansancio… ¿Tienes arritmia?

Palpitaciones, cansancio… ¿Tienes arritmia?

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Un día cualquiera, de repente, sientes palpitaciones. Y que el corazón te late muy rápido. O bien percibes un ritmo cardiaco irregular. Quizá notas que empeora tu capacidad de esfuerzo, lo que implica un mayor cansancio.

¿Tienes arritmia? Son algunas señales que pueden ser indicativas de ello.

Aunque también las arritmias pueden ser asintomáticas y pasar inadvertidas, en cuyo caso suelen diagnosticarse de forma casual en controles médicos rutinarios.

Pero, ¿qué es una arritmia? Se trata de una alteración del ritmo cardíaco normal que se denomina sinusal. Aunque primero conviene ahondar en los latidos del corazón. Estos se producen a raíz de unos impulsos eléctricos que contraen las aurículas y ventrículos de forma adecuada, sincrónica y rítmica.

60 y 100 latidos por minuto

Esa frecuencia cardíaca, por lo general, se produce de manera regular y rítmica, y se sitúa entre los 60 y 100 latidos por minuto. Funciona de esta manera:

  • En la aurícula derecha, donde está el nodo sinusal, comienza el impulso eléctrico.
  • De ahí, a través de las aurículas, llega al nodo aurículo-ventricular. Este se encuentra en la unión de las aurículas con los ventrículos.
  • Por último, el estímulo se reparte por los ventrículos por medio del sistema His- Purkinje, una red de fibras musculares especializadas en conducir el impulso eléctrico.

Además, el ciclo cardíaco consta de dos fases que mantienen el flujo sanguíneo y la presión arterial:

  • Diástole: en la que el músculo cardíaco se relaja y la sangre llena la cavidad.
  • Sístole: en ella sucede lo contrario, el músculo se contrae y expulsa dicha sangre al torrente sanguíneo.

La razón de que aparezca la arritmia es debido a que el impulso eléctrico no se genera de forma correcta, o lo hace en un sitio erróneo. También puede ocurrir una alteración en los caminos que realiza dicha conducción eléctrica.

Conviene saber que existen distintos tipos de arritmias. Las que se generan en las aurículas son supraventriculares, y ventriculares las que surgen en los ventrículos del corazón.

Si su frecuencia es superior a los 100 latidos por minuto, son taquicardias, mientras que, si el ritmo es inferior a 60 latidos por minuto, hablamos de bradicardias. Las arritmias crónicas son permanentes, y las ocasionales, que vienen y van, se denominan paroxísticas.

Dicho esto, ¿cuándo hay que acudir al especialista? Por supuesto, siempre que lo deseemos para poder resolver dudas y quedarnos más tranquilos.

Es importante saber que, la mayoría de las veces las palpitaciones se traducen en arritmias de carácter benigno. Es decir, que si esa palpitación es cortita, de segundos de duración, seguramente no implica patología.

Pero, cuando empiezan a ser frecuentes, repetitivas y más prolongadas (duran varios minutos o incluso horas), debemos consultar a los profesionales. ¿Por qué? Para ver si podemos detectarlas en el momento concreto, ponerles nombre y, gracias a eso, un tratamiento específico.

Diagnóstico

Y es que, para hacer un diagnóstico, debemos demostrar que existe dicha alteración del ritmo cardíaco. En estos casos, el electrocardiograma es la prueba más habitual, registra la actividad eléctrica cardíaca en el momento en que se realiza; por tanto, es fundamental hacerlo cuando se sienten síntomas.

También existe el Holter, que amplía dicho registro durante un periodo de tiempo más prolongado: uno o más días o incluso años cuando se implanta bajo la piel. Y, si la arritmia puede estar relacionada con el esfuerzo físico, se realiza una prueba de esfuerzo.

En los casos en que estos métodos no son suficientes, se puede recurrir a un estudio electrofisiológico. Para ello, se introduce un catéter a través de una vena de la ingle (femoral) hasta el interior del corazón. De esa forma, se estimula este órgano y se registra la actividad eléctrica cardíaca, buscando reproducir las arritmias.

Una vez determinada la existencia de arritmias, el tratamiento irá en función de su causa y las características del paciente. Este puede abarcar desde fármacosantiarrítmicos, al implante de marcapasos, a la cardioversión, en la que se aplica corriente eléctrica para restablecer el ritmo cardiaco normal o la ablación, que persigue eliminar las zonas determinantes para la generación de ciertas arritmias mediante la aplicación de energía generalmente térmica directamente en el músculo cardíaco.

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