La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no bombea la sangre correctamente, siendo incapaz de satisfacer las necesidades metabólicas del organismo. Diversos estudios apuntan que más de 60 millones de personas en todo el mundo tienen insuficiencia cardíaca. De hecho, las últimas ...
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no bombea la sangre correctamente, siendo incapaz de satisfacer las necesidades metabólicas del organismo. Diversos estudios apuntan que más de 60 millones de personas en todo el mundo tienen insuficiencia cardíaca. De hecho, las últimas investigaciones señalan que esta patología afecta al 2,34% de la población adulta en España.
Según el Dr. Egon Gross, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Vithas Las Palmas “estas cifras resultan comprensibles si tenemos en cuenta el envejecimiento general de la población española, así como los hábitos de vida propios de sociedades occidentales -sedentarismo, hábitos alimenticios poco saludables, consumo de tabaco y alcohol, etc.- que incrementan la prevalencia de comorbilidades, como como la hipertensión o la diabetes, que inciden en la insuficiencia cardíaca”, señala el cardiólogo.
Alimentación, clave en el cuidado del paciente cardíaco
1. Dieta rica en frutas y verduras
La dieta Mediterránea y la dieta de enfoques alimentarios para detener la hipertensión (DASH diet) se caracterizan por un alto consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y limitación del consumo de grasas saturadas. “Aparte de las similitudes entre ambas, la dieta de enfoques alimentarios para detener la hipertensión prioriza la reducción del sodio (comidas preparadas, procesadas, embutidos), junto con un mayor consumo de potasio (espinacas, col rizada, judías blancas, entre otros)”, detalla el experto en nutrición del Hospital Vithas Las Palmas. Además, recuerda que, “la dieta mediterránea pone mayor énfasis en el consumo de grasas mono y poliinsaturadas, obtenidas principalmente del aceite de oliva virgen extra y frutos secos”.
2. Una dieta con un aporte proteico personalizado
La presencia de determinados síntomas característicos de la insuficiencia cardíaca, como la sensación de falta de energía y vitalidad (astenia) y disnea, en estados avanzados de la enfermedad interfieren en el consumo adecuado de alimentos. “Todo ello da lugar que aconsejemos hacer comidas pequeñas y más frecuentes con menús de fácil elaboración, en los que un aporte adecuado e individualizado proteico calórico resulte clave para prevenir una disminución de la masa muscular; frecuentemente presente en estos pacientes”, detalla el nutricionista.
3. Micronutrientes en la alimentación de un cardíaco
Existen micronutrientes clave para una buena salud del músculo cardíaco cuyos déficits crónicos favorecen el riesgo de una incapacidad funcional. “El hierro parece ser uno de los más influyentes, señala Miguel Ángel Silva. “Algunos estudios sugieren que determinados suplementos, como con aminoácidos esenciales, ácidos grasos Omega 3, Tiamina y Coenzima Q10, podrían mejorar la calidad de vida de las personas con insuficiencia cardíaca, pero se requiere más investigación para que sean recomendados de una forma protocolaria ya que su eficacia puede estar condicionada por factores individuales y tipo de insuficiencia cardiaca”.