El consumo de alimentos en mal estado, crudos o poco cocinados son las causas principales de las intoxicaciones alimenticias en Navidad. Los mariscos, pescados crudos y carnes poco cocinadas son las comidas más afectadas por virus, bacterias y parásitos. Síntoma típico de las intoxicaciones son ...
El consumo de alimentos en mal estado, crudos o poco cocinados son las causas principales de las intoxicaciones alimenticias en Navidad. Los mariscos, pescados crudos y carnes poco cocinadas son las comidas más afectadas por virus, bacterias y parásitos. Síntoma típico de las intoxicaciones son las diarreas, por lo que deberemos reponer líquidos y sales minerales bebiendo agua y zumos y recurrir a los medicamentos antidiarreicos que recete el médico.
¿Cuándo acudir al médico?
La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria o los más comunes, son provocados por Salmonela, E. Coli, Estafilococo, Shigella o la enfermedad del Cólera. Normalmente las primeras señales de intoxicación aparecen algunas horas después de haber ingerido los alimentos contaminados. Uno empieza a encontrarse débil, y comienza con diarrea, náuseas y vómitos. Además, también aparece de dolor de cabeza, fiebre, y dolor abdominal. La decisión de acudir a urgencias o al centro médico, se debe tomar si el estado general empeora en las siguientes horas, si se continúa con vómitos y diarrea más de 10 horas, si no mejora el dolor abdominal, existen latidos cardiacos acelerados o no baja la fiebre.
Prevención
Según un informe de la Organización de Consumidores (OCU), más del 50 por ciento de estas intoxicaciones tiene su origen en alimentos preparados en los hogares. La higiene de manos es fundamental para evitar una intoxicación alimentaria. Esta medida es básica: antes de comer o coger alimentos con la mano o después de ir al baño, debemos lavarnos las manos con jabón.
A la hora de preparar y cocinar los alimentos, debemos extremar la higiene y mantener limpias todas las superficies y los utensilios que usemos. Respecto a la bebida, es clave beber solo agua potable o embotellada, así como leche pasteurizada. En esta época del año evitar el pescado y la carne cruda, y cocinarlos completamente, además de conservar los alimentos en nevera y separar los crudos de los cocinados.