Una dieta adecuada y equilibrada, así como ejercicio moderado es fundamental para la salud de todas las personas. Sin embargo, cuando los riñones no funcionan, la alimentación es especialmente importante ya que estos son los encargados de eliminar los líquidos y sustancias de desecho del organis...
Una dieta adecuada y equilibrada, así como ejercicio moderado es fundamental para la salud de todas las personas. Sin embargo, cuando los riñones no funcionan, la alimentación es especialmente importante ya que estos son los encargados de eliminar los líquidos y sustancias de desecho del organismo.
El paciente renal durante la cuarentena debe continuar los consejos de los especialistas a rajatabla ya que desde el momento en que se diagnostica la enfermedad, se debe cambiar la forma de alimentarse como parte fundamental del tratamiento, independientemente del momento excepcional en el que nos encontremos.
Según el doctor Manuel Angoso, nefrólogo del hospital Vithas Consuelo, “una dieta inapropiada puede aumentar el número de complicaciones en pacientes renales y conducirle a un deterioro progresivo”.
El especialista marca una serie de recomendaciones genéricas para continuar en este periodo las pautas nutricionales marcadas al paciente renal:
• Controlar la cantidad de proteínas ya que someten al riñón a un excesivo trabajo, pero a la vez son necesarias para estar bien nutridos. Se debe adaptar el consumo de alimentos que contengas una concentración baja de proteínas como ostras, pulpo, almejas, chirlas, chanquete, mejillón, anguila, salmonete, pollo, chuleta de cerdo, clara de huevo y huevo entero.
• Reducir el fosforo que está en los siguientes alimentos: frutos secos, hortalizas secas, guisantes, harina de soja, setas, copos de avena, cacao, chocolate, leche condensada y en polvo, quesos curados, sesos hígado, vísceras ahumadas y pescado azul.
• Asegurar el consumo de calcio y vitamina D pues son indispensables para proteger los huesos, sin embargo, hay que consumir moderadamente lácteos enteros como yogur, leche y queso fresco.
• Controlar el aporte de sodio (sal) ya que el sodio favorece la retención de líquidos que el riñón no puede eliminar por lo tanto hay que cocinar sin sal o con muy poca sal y sustituirla por hierbas aromáticas o especias.
• Reducir el potasio, ya que si se acumula en sangre se eleva el riesgo de presentar alteraciones en el corazón.
¿Cómo disminuir la cantidad de potasio cuando el riñón está dañado?
Todos los alimentos tienen potasio, excepto las grasas, el azúcar puro y el aceite purificado. El potasio es soluble en agua, lo cual quiere decir que disminuye su concentración al estar en contacto con la misma, como la sal, por lo que “se debe intentar planificar la dieta con un día de antelación si es posible”, afirma el especialista.
• La verdura se cortará en pedazos muy pequeños y finos, dejándola en remojo un tiempo mínimo de 8 horas, y cambiando 2 veces el agua durante ese tiempo. Así se elimina un 75% de potasio. Si se pone en remojo por la noche, antes de acostarse se puede cambiar el agua y después nada más levantarse.
• Las patatas si se dejan en remojo 30 minutos, disminuyen un 75% de potasio. La ebullición prolongada, con el cambio de agua de cocción elimina aproximadamente un 33% de potasio.
• La verdura congelada, pierde potasio si se deja descongelar a temperatura ambiente. Las carnes cocidas, pierden un 50% de K, desechando el agua de cocción.
• En restricciones severas, es aconsejable consumirlas en estofados o salsas. En lo posible, no consumir el agua de cocción de los alimentos.
Tal como comenta el doctor Manuel Angoso, nefrólogo y responsable de la unidad de Hemodiálisis del Hospital Vithas Valencia Consuelo, “en general, el consumo de frutos secos es peligroso para la salud del enfermo renal por su elevado contenido en potasio, así como el consumo de frutas con la excepción de manzana y pera o fruta en almíbar (retirando el almíbar)”.