Alivia el dolor. Enfermedades como la artrosis, fibromialgia o la depresión tienen en la música a un gran aliado analgésico. En los hospitales se emplean terapias musicales como complemento a la anestesia o de ayuda al postoperatorio. Por una parte, la música sirve como técnica distractora...
- Alivia el dolor. Enfermedades como la artrosis, fibromialgia o la depresión tienen en la música a un gran aliado analgésico. En los hospitales se emplean terapias musicales como complemento a la anestesia o de ayuda al postoperatorio. Por una parte, la música sirve como técnica distractora y fomenta la sensación de control, a su vez que libera endorfinas para contrarrestar el dolor.
- Reduce la presión arterial. 30 minutos al día de música reducen la presión arterial y mejoran la circulación sanguínea.
- Estimula el cerebro. La música estimula las ondas cerebrales, favoreciendo una mayor concentración y una mejor captación de la información. Asimismo, se libera dopamina en el cerebro que potencia el aprendizaje y la memoria.
Además, Aumenta la comunicación neuronal lo que supone una gran ayuda en los casos de Alzheimer, Parkinson o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). La música es como un gimnasio para el cerebro, ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del órgano.
- Ayuda a practicar deporte. Diferentes estudios afirman que la música influye de forma significativa en nuestra mente, motivándonos y haciendo más soportable el sufrimiento. A la hora de practicar deporte las personas pueden asociar una canción, ya sea por la motivación de su letra o por su ritmo, a un óptimo estado de la mente.
- Potencia el descanso. La música ayuda a conseguir un sueño reparador gracias a sus propiedades relajantes. En el caso de los niños, aporta tranquilidad a aquellos que son más nerviosos, ayudando a frenar, por ejemplo, los síntomas del trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), al desarrollar nuevas capacidades cognitivas.
- Mejora la coordinación. Una dosis musical reduce la tensión muscular y mejora la coordinación y los movimientos del cuerpo.
- Combate el dolor de cabeza. Gracias a su efecto relajante y desestresante la música ayuda a aquellos que padecen de migraña o cefaleas tensionales.
- Fortalece el sistema inmune. La música puede crear una experiencia emocional positiva y profunda que lleva a la secreción de hormonas de estimulación inmunológica, reduciendo así los niveles de cortisol y de los factores responsables de contraer enfermedades.
- Acelera la recuperación después de un accidente cardiovascular ya que está demostrado que, al escuchar música durante un par de horas cada día, la memoria verbal y la capacidad de atención mejoran significativamente.
- Favorece la disciplina. Aprender a tocar un instrumento consiste en dedicar gran parte del tiempo a practicar y fomentar la constancia, logrando un perfeccionamiento de la técnica por ensayo y error.
Y recuerda...
LA MÚSICA HACE QUE TE SIENTAS FELIZ. ¡¡¡ES UN AMPLIFICADOR DE LAS EMOCIONES!!!!