Las varices son la manifestación más común de la insuficiencia venosa, una situación en la que las venas que deben drenar la sangre las piernas, dejan de funcionar correctamente, ocasionando que la sangre venosa, pobre en nutrientes, permanezca más tiempo del deseado en las extremidades y a una...
Las varices son la manifestación más común de la insuficiencia venosa, una situación en la que las venas que deben drenar la sangre las piernas, dejan de funcionar correctamente, ocasionando que la sangre venosa, pobre en nutrientes, permanezca más tiempo del deseado en las extremidades y a una mayor tensión.
Esto puede condicionar la mayor turgencia de venas que terminan degenerando en varices, la hinchazón de las piernas, y alteraciones en la piel determinando un moteado marronáceo, zonas duras e incluso úlceras de difícil cicatrización. También pueden irritar terminaciones nerviosas asociando pesadez, calambres, picores y síndrome de piernas inquietas.
Entonces, ¿qué intervenciones se nos plantean actualmente para eliminarlas? A continuación, vamos a exponer los tres principales tipos de cirugías para acabar definitivamente con ellas.
Cirugía convencional.
La cirugía convencional es un tratamiento efectivo y muy utilizado a lo largo de la historia, aunque es muy agresivo: a través de heridas quirúrgicas se arrancan las venas malfuncionantes.
Esta aproximación a la enfermedad produce más dolor y hematomas, precisa de vendajes más duraderos y de una baja laboral más prolongada (entre 15 y 30 días). Además, existe el riesgo de complicación en las heridas (infección y dehiscencia)
Esclerosis de varices con inyecciones de microespuma.
-La esclerosis es otra forma de eliminación de las varices. En este caso lo que se utilizan son inyecciones de un agente químico que busca la inanición de la vena y posterior reabsorción por el cuerpo. Normalmente se utiliza para vasos de pequeño calibre o telangiectasias, ya que no ha demostrado mejores resultados en vasos de mayor tamaño que las alternativas disponibles.
Como principales ventajas tiene la posibilidad de realizarlo sin anestesia y en consulta externa, con una recuperación al medio laboral inmediata y con unos resultados estéticos visibles a partir del mes casi sin dolor ni cicatrices
Láser.
La técnica comúnmente conocida como ‘láser’ (aunque se pueden aplicar diferentes fuentes de calor) es una alternativa a la cirugía convencional, con unos resultados tan buenos como ella pero con más ventajas.
En esta técnica se elimina la variz a través de una quemadura. Esto se realiza a través de un pinchazo por el cual se introduce un catéter dentro de la vena quemándola desde dentro.
Al no haber arrancamiento se producen menos hematomas y menos dolor. Del mismo modo, al no haber heridas quirúrgicas no hay posibilidad de complicación de éstas. Además, la recuperación es más rápida, necesitando vendaje únicamente durante un par de días, y la incorporación al trabajo puede ser casi inmediata.
¿Por qué opción me decanto?
Antes de optar por un determinado tratamiento, es necesario una correcta valoración por un cirujano vascular ya que diferentes varices precisan de diferentes técnicas.
