La artrosis es una de las enfermedades inflamatorias crónicas más comunes en nuestro país, la cual afecta, sobre todo, a las siguientes articulaciones: manos, rodillas, cadera y columna vertebral. Esta patología provoca dolor, inflamación e impide que se puedan realizar con normalidad movim...
La artrosis es una de las enfermedades inflamatorias crónicas más comunes en nuestro país, la cual afecta, sobre todo, a las siguientes articulaciones: manos, rodillas, cadera y columna vertebral. Esta patología provoca dolor, inflamación e impide que se puedan realizar con normalidad movimientos tan cotidianos como caminar, subir y bajar escaleras o cerrar la mano.
Aunque suele asociarse a etapas avanzadas de la vida de una persona, lo cierto es que no es exclusiva de la vejez, ya que cada vez más las personas jóvenes también la padecen. Con el objetivo de conocer mejor la enfermedad y, además, mejorar la calidad de vida de los pacientes que la padecen, hoy vamos a dar unos sencillos consejos que nos ayudarán a sobrellevarla en nuestro día a día.
Hacer ejercicio.
Realizar actividad física de manera periódica y moderada ayudará a proteger las articulaciones aumentando también la fuerza de los músculos. Se ha comprobado que la realización de ejercicios de bajo impacto ayudan a disminuir la carga en nuestras articulaciones. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones de actividades de bajo impacto. Las guías clínicas actuales establecen que el fortalecimiento muscular a través de ejercicios isométricos, isotónicos e isocinéticos, concéntricos y excéntricos, producen mejoría clínica y estadísticamente significativa en pacientes con osteoartritis y también contribuyen a reducir el sobrepeso, el dolor y la discapacidad.
Mantener un peso corporal correcto.
Consecuencia directa del primer consejo, está demostrado que la obesidad es una de las causas de la artrosis, fomentando irremediablemente su aparición. Es más, es el factor modificable que mayor implicación tiene en el desarrollo de artrosis. Si seguimos una dieta equilibrada y lo acompañamos del anteriormente citado ejercicio físico frenaremos su progresión y, de paso, nos sentiremos mucho mejor con nosotros mismos. Bien es sabido que si disminuimos la carga de nuestras articulaciones bajando el peso, mejoraremos el dolor.
Usar calzado adecuado.
Un calzado cómodo y de calidad puede ayudar a reducir el dolor. Lo más recomendable es usar un zapato plano (o con un ligero tacón), de suela gruesa, que absorba la fuerza del impacto del pie al caminar. Los dispositivos de asistencia (como bastones) se deben indicar en personas que tienen problemas específicos con actividades de la vida diaria.
Evitar sobrecargar las articulaciones.
Aunque este consejo es aplicable a cualquier persona, debemos evitar excedernos a la hora de coger peso en exceso o de estar de pie demasiado tiempo sin descansar. Todo ello contribuirá a sobrecargar y dañar aún más nuestras articulaciones.
Actitud positiva.
Mantener una actitud positiva será vital para nuestro día a día y, sobre todo, si padecemos alguna enfermedad o dolencia. En el caso de la artrosis, hablamos de una patología que no limita en gran medida nuestra vida diaria.