El juego es un gran aliado para potenciar la memoria de los más pequeños de la casa, una memoria que evoluciona considerablemente durante sus primeros años convirtiéndose en un elemento clave para su futura vida académica. Para ello debemos saber cómo aprovechar determinadas técnicas y mejor...
El juego es un gran aliado para potenciar la memoria de los más pequeños de la casa, una memoria que evoluciona considerablemente durante sus primeros años convirtiéndose en un elemento clave para su futura vida académica. Para ello debemos saber cómo aprovechar determinadas técnicas y mejorar así su atención y el entrenamiento de su cerebro.
A continuación, vamos a exponer unos sencillos ejercicios/juegos que podréis practicar con ellos en cualquier momento del día.
Repetición de palabras.
¿A quién de nosotros no le ha tocado repetir una determinada palabra o frase en la pizarra del colegio cuando éramos niños? Está claro que, la mayoría de las veces, esto era la ‘penitencia’ a pagar por un determinado castigo, pero también podemos darle la vuelta a la tortilla y emplear técnicas más divertidas con nuestros hijos. Cuando los niños dicen, escuchan o hacen algo varias veces, lo aprenden. Ese es un aprendizaje por repetición y, por ello, si deseamos que recuerden algo en especial, debemos animarles a que lo repitan tantas veces como sea necesario.
Las canciones como herramienta para fomentar la memoria.
La mayoría de los padres cantan a sus hijos numerosas canciones desde que estos son bebés y, por norma general, no las olvidan durante el resto de su vida. Podemos aprovechar esta técnica para inventarnos estrofas con contenidos que deseemos que memoricen a lo largo de sus diferentes etapas escolares: desde los números, hasta las letras del abecedario pasando por los nombres de los colores en inglés.
Tarjetas de asociación.
A través de este juego el niño debe recordar dónde se encuentran las dos tarjetas iguales. Para ello, primeramente, se le muestran todas las tarjetas boca arriba, y a continuación, se ponen boca abajo. Podemos personalizar las tarjetas con dibujos originales y fáciles de recordar.
Juguetes con sonidos incorporados.
Los juguetes que emiten sonidos son una gran herramienta para trabajar la memoria de los más pequeños ya que se les puede animar a recordar qué sonido escuchan si pulsan alguna determinada pieza o instrumento musical. Algunos, incluso, asocian sonidos con colores, animales, etc.
Esconder objetos.
Este sencillo ejercicio consiste en seleccionar un determinado número objetos que tengamos en casa, mostrárselos a los niños y, a continuación, esconderlos delante de ellos. A partir de ahí fijamos un tiempo límite (dependiendo de la edad) para que los encuentren intentando siempre que su motivación se mantenga al máximo y no decaiga.
