Aprender estrategias para promover procesos de Aprendizaje Autónomo es fundamental para que nuestros hijos consigan el éxito escolar y disminuir, así, el temido fracaso escolar. Por ello, es de vital importancia dotar a los/las niños/as con herramientas y estrategias para afrontar las demandas d...
Aprender estrategias para promover procesos de Aprendizaje Autónomo es fundamental para que nuestros hijos consigan el éxito escolar y disminuir, así, el temido fracaso escolar. Por ello, es de vital importancia dotar a los/las niños/as con herramientas y estrategias para afrontar las demandas del nuevo curso escolar.
La capacidad de aprender por uno mismo se desarrolla y ejercita con práctica, perseverancia y disciplina. Muchos estudiantes presentan dificultades a la hora de organizar su estudio, de memorizar y fijar contenidos, de atención y concentración, etc. En general, presentan problemas para planificar, programar y realizar actividades escolares.
Por supuesto, esto les genera sentimientos de desmotivación y frustración, y por lo tanto abandono de la tarea. Y en los padres y madres preocupación y desesperación ante la impotencia que les suscita la situación.
Preparar a nuestros/as hijos/as para que sean estudiantes autónomos, capaces de dirigir y controlar su propio proceso de aprendizaje es una tarea continua, que requiere dedicación, pero que nos garantiza que seguirán aprendiendo a lo largo de su vida, pues el conocimiento es algo cambiante.
Para conseguir que un/a niño/a sea capaz de avanzar en su proceso de aprendizaje de forma activa y eficaz, deben aprender diferentes estrategias de autoplanificación, motivacionales y de autoevaluación.
Con estas estrategias se pretende conseguir que desarrollen conciencia sobre cómo deben trabajar y procesar la información que reciben, cómo elaborar un plan de acción hacia la tarea que deben realizar, y su posterior evaluación, aumentando su motivación y la confianza en sí mismos.
Se deben definir qué métodos o técnicas de estudio resulta más adecuado en función de sus habilidades, aptitudes y, por supuesto, estilo de aprendizaje. Es muy importante señalar que no todos aprendemos de la misma manera, por lo tanto, descubrir nuestro propio método de aprendizaje se hace imprescindible para un buen rendimiento y éxito académico.