Con motivo de la celebración del Dia Internacional de Lucha contra el Cáncer, charlamos con el Dr. José Luís García Puche, oncólogo de dilatada experiencia de Vithas la Salud, para profundizar un poco en la situación actual de esta enfermedad. La Sociedad Española de Oncología Médica ha e...
Con motivo de la celebración del Dia Internacional de Lucha contra el Cáncer, charlamos con el Dr. José Luís García Puche, oncólogo de dilatada experiencia de Vithas la Salud, para profundizar un poco en la situación actual de esta enfermedad.
La Sociedad Española de Oncología Médica ha estimado que el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados en España en el año 2019 alcanzará los 277.234, un 12% más que en 2015 cuando se diagnosticaron 247.771. Este incremento responde a factores como el aumento de la población, el envejecimiento, la exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la obesidad o el sedentarismo, y los programas de detección precoz.
¿Estamos haciendo como sociedad algo mal para no evitar el avance de la enfermedad?
En principio la sociedad en general no lo hace ni bien ni mal, la sociedad y nosotros que formamos parte de ella estamos expuestos a las causas que conducen al cáncer. Dichas causas están presentes en nuestro medio ambiente, de modo que es inevitable asumir cierto riesgo por el simple hecho de nacer y vivir en el medio ambiente que nos ha tocado existir.
Aceptada esta premisa, sí que surgen retos a los que debemos
hacer frente, ya que si la realidad es que el número de tumores aumenta, la pregunta que debemos hacernos es ¿qué podemos hacer para evitarlo?
La respuesta primaria es que todo pasa por algo tan básico pero tan fundamental como la INFORMACIÓN Y la FORMACIÓN. Si en la sociedad se ignora que el consumo de tabaco produce cáncer, difícilmente va a poder evitarse el incremento cáncer de pulmón. En consecuencia hay que conocer muy bien las principales causas del cáncer y separar:
- Las causas conocidas que son evitables mediante educación e
información ciudadana, y para ello es fundamental revisar el Decálogo de la Unión Europea contra el Cáncer que incluye evitar el tabaco, tener un consumo limitado de alcohol, tener una dieta equilibrada y preferentemente la mediterránea, limitar el
sobre peso, así como la exposición solar, entre las causas más frecuentes y a la vez más fácilmente evitables. - Las causas que son evitables derivadas de una acción por parte de las
autoridades sanitarias y políticas. Aquí se incluyen cuestiones como la lucha contra la polución, el establecimiento de medidas de higiene en el trabajo, de vigilancia de los alimentos, etc.
En estos dos apartados previos está claro que el objetivo es eliminar
las causas que conducen al cáncer porque el tumor menos grave es aquel
que no aparece.
¿Hay algunos tipos de cáncer que aparecen por causas no conocidas o evitables?
No obstante hay también gran número de tumores que aparecen por causas no conocidas o no evitables, en cuyo caso poco podemos hacer para cumplir el objetivo previamente expuesto.
Lamentablemente hay un gran número de tumores difícilmente evitables porque no obedecen a causas conocidas. Cualquiera de las causas conocidas que producen cáncer, necesitan un tiempo prolongado de acción para transformar la
célula normal en cancerosa y un tiempo aún más prolongado para que el
tumor desde que nace, se haga aparente (pueden pasar entre 10 y 20 años).
En otro orden de cosas la propia dinámica de la vida conduce cuando hay suficiente tiempo para ello, a la aparición de errores fortuitos en el genoma de las células que se expresan como cáncer. En otras palabras el tiempo en los sistemas orgánicos complejos como el ser humano, conduce casi inevitablemente a la aparición de errores y “averías” del genoma que se pueden manifestar como aparición de tumores.
Se sabe que el número de cánceres por encima de los 60 años es 10 veces superior al número de tumores en la edad previa. El cáncer aparece como una manifestación del envejecimiento orgánico o en otras palabras “es el precio a pagar por vivir prolongado tiempo” (y no morir de infecciones, traumatismos, partos, desnutrición, etc.)
Tampoco es evitable el cáncer por causas genéticas hereditarias. En efecto entre un 5 a 10% de los tumores más frecuentes del ser humano (cáncer de mama, de colon, de útero, próstata) reconocen una causa genética. Se nace con ciertos cambios genéticos que conducen al cáncer con elevada frecuencia
y sin necesidad de que haya causas externas que lo produzcan.
¿Esto supone que no se puede hacer nada al respecto?
En todo caso no hay que desesperar, para aquellos casos de tumores no evitables como los que he citado, disponemos de los medios del diagnóstico precoz que permiten identificar el tumor en fases tan precoces en las que la curación está casi garantizada con tratamientos no agresivos. Los programas de detección precoz de cáncer de útero, de mama, de colon o de próstata tienen un merecido reconocimiento como ayuda a reducir la mortalidad por cáncer.
En definitiva y como se comentó al principio FORMACIÓN E INFORMACIÓN, para defendernos de las causas evitables conocidas o para exigir a nuestra autoridades las medidas que garanticen la eliminación de los factores ambientales, laborales o acceso a los programas de detección precoz.
Naturalmente, estas observaciones son aplicables a nuestra sociedad que tiene la fortuna de pertenecer al mundo desarrollado y libre. Por desgracia, en aquellas sociedades que son pobres, en países en desarrollo o subdesarrollados o en los que el ciudadano no es libre para manifestar sus opiniones difícilmente podrán articularse las medidas de promoción de la salud como las que se han expuesto
Siguiendo con el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, a nivel global, el número de nuevos casos aumentará en las dos próximas décadas, pasando de los 18,1 millones en 2018 a los 29,5 millones en 2040 en el mundo. Pese a las elevadas cifras de mortalidad, la supervivencia aumenta de forma continua y en España es similar a la del resto de países de nuestro entorno, siendo del 53% a los cinco años. Pese a estos datos, la palabra cáncer, afortunadamente cada vez es más sinónimo de vida, pero ¿cómo afronta un paciente el saberse con un cáncer?
Sigue valiendo la información como principal herramienta para asumir el padecimiento de cáncer. Tradicionalmente el diagnóstico de padecer un cáncer ha caído como una losa temible y terrible para aquella persona a la que se lo diagnostican. En buena medida se ha entendido como una enfermedad mortal, sin remedio y casi como una “maldición bíblica”. La realidad que no es más que una enfermedad, grave y seria desde luego, pero una enfermedad en muchos casos menos graveque un infarto en el corazón, diabetes u otras típicas enfermedades graves y crónicas que padecemos y que asumimos de manera muy “normal”.
Hay razones de sobra para asegurar que muchos tumores se pueden prevenir, que aquellos que no son evitables pueden ser diagnosticados de forma precoz y que en todo caso una vez que se presenta la enfermedad hay tratamientos eficaces, en bastantes casos agresivos, pero eficaces, bien sea para poder curar de forma definitiva la enfermedad, bien sea para aquellos casos en que la enfermedad por estar extendida no tiene cura definitiva, para proporcionar largas supervivencias con buena calidad de vida.
Al lado de las tradicionales armas contra el cáncer, cirugía, radioterapia, quimioterapia, los más recientes avances en el tratamiento del cáncer están ofreciendo una gran cantidad de nuevos fármacos de muy variada naturaleza, que de alguna manera está convirtiendo muchos tumores incurables con las medidas convencionales, en enfermedades “crónicas”, tal como puede ocurrir con diabetes, hipertensión, arterioesclerosis.
Todavía no se puede decir que podamos entender el cáncer no curable por medios convencionales como una diabetes, que no se cura, pero podemos alargar la vida de forma considerable, pero estamos en el camino para ello.
¿Cuál es su mensaje para quién esté leyendo esta entrevista y sea paciente de cáncer?
Un mensaje muy positivo, esperanzador, ya que el tiempo juega a nuestro favor, que tener cáncer hoy es mucho menos dramático y grave que haberlo padecido hace 10 o 20 años y que por supuesto, dentro de otros 10 o 20 años aun será menos grave. En definitiva durante el siglo XX se curaban muchos casos de cáncer, que en lo que va de siglo ha aumentado el porcentaje de curaciones y de la posibilidad de prolongar la supervivencia y que las expectativas son cada día mejores.
Todas las campañas que se desarrollan y que sirven para visibilizar y para concienciar son fundamentales para seguir ahondando en el diagnóstico precoz, en tener un estilo de vida más saludable, y por supuesto en ayudar a que se siga invirtiendo en investigación, porque aunque se ha avanzado mucho, no es menos cierto que aún queda un largo camino por andar.