Si bien el sol es una fuente inagotable de vitamina D, con innumerables beneficios para la salud, tanto de adultos como de niños, también provoca efectos nocivos sobre la piel. La exposición solar en la infancia, especialmente en regiones geográficas con una alta incidencia de la radiación ultr...
Si bien el sol es una fuente inagotable de vitamina D, con innumerables beneficios para la salud, tanto de adultos como de niños, también provoca efectos nocivos sobre la piel. La exposición solar en la infancia, especialmente en regiones geográficas con una alta incidencia de la radiación ultravioleta, como las Islas Canarias, puede derivar en patologías como las fotodermatosis idiopáticas, las reacciones fototóxicas y fotoalérgicas, así como quemaduras e incluso, en cáncer de piel.
El cáncer de piel, entre los que destaca el melanoma, no es frecuente en edad pediátrica. Este tipo de neoplasia solo supone el 1% de los cánceres infantiles en menores de 15 años, según un estudio publicado por la Asociación Española de Pediatría. Su detección precoz es clave para su rápido tratamiento y curación. “Los niños son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones ultravioletas (UVA y UVB mayormente).
La piel tiene efecto memoria y recuerda las horas de exposición al sol y la radiación ultravioleta recibida a lo largo de la vida”, explica la Dra. Pilar Bas, especialista de la unidad materno-infantil de Vithas Las Palmas. De hecho, “según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 80% del daño solar en la piel se produce antes de los 18 años, de ahí que la exposición al sol sea uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de melanomas en la etapa adulta”, destaca la pediatra.
La Dra. Bas insiste en que “los niños con pieles muy blancas, con tendencia a padecer quemaduras al exponerse a los rayos solares – especialmente aquellos que sean rubios o pelirrojos y que tengas ojos claros- deben extremar precauciones. La presencia de nevus, vulgarmente llamados lunares o pecas, así como la existencia de antecedentes familiares de cáncer de piel son también factores a tener en cuenta a la hora de poder presentar en el futuro una lesión cancerosa”, asevera.
Medidas imprescindibles para evitar lesiones cutáneas a causa del sol
Conscientes de la importancia de prevenir cualquier síntoma que derive en una enfermedad en la edad adulta, la especialista de Vithas las Palmas recuerda que “resulta prácticamente una obligación el uso de fotoprotectores adecuados a la edad del niño, así como evitar la exposición solar en horas centrales (11-16 horas) y la detección precoz de cambios en la piel”. Todas estas medidas son imprescindibles para evitar la aparición de lesiones cutáneas provocadas por el sol. Medidas que, sin duda, ayudarán a proteger al órgano más extenso y visible del cuerpo: la piel.