La palabra “cuidador” se usa para referirse a cualquier persona que ofrece su cuidado a otra. Son muchas las personas que cuidan a un amigo o familiar con la enfermedad de Alzheimer o alguna demencia relacionada.
Estos cambios conductuales que pueden surgir en la evolución de la demencia son una de las mayores fuentes de estrés y carga emocional para los acompañantes de vida de las personas diagnosticadas, provocando un duelo progresivo en los convivientes, quienes enfrentan esta pérdida gradual de la identidad de la persona amada, con la que han compartido un proyecto vital dando lugar a situaciones complicadas. Los acompañantes y cuidadores desarrollan sensaciones de frustración, miedo, rabia, tristeza e incomprensión.
Para ayudar a facilitar la comunicación, a continuación, encontrará algunos consejos:
- Intente mantener una rutina establecida, como bañarse, vestirse, y comer a la misma hora todos los días.
- Ayude a la persona a planificar su día a día, y anote las citas y las actividades a las que debe asistir en un recurso visible al que pueda acceder fácilmente.
- Validar a la persona, desde la comprensión del procesamiento de la información que hace de la situación, evitando la crítica y el juicio.
- Permitir que la persona mantenga aspectos de su vida relacionados con su identidad.
- Trate de no confrontar.
Es importante en la medida de lo posible, mantener un equilibrio con el estilo de vida que se tenía previo al diagnóstico del familiar.
Es importante la intervención en el sistema familiar desde fases iniciales del desarrollo de la enfermedad. Cuyo principal objetivo es fomentar estrategias de aceptación, comprensión y validación de las situaciones que se pueden plantear, así como, el desarrollo de estrategias de comunicación y manejo de cambios conductuales para mejorar la relación entre el enfermo y sus apoyos en el entorno.
Todo esto ayuda a reducir la aparición de emociones negativas asociadas a las dificultades de manejo y limita el consumo de fármacos por parte tanto del enfermo, como el de sus cuidadores. Se ha evidenciado que los programas de tratamiento específicos para cada situación individual, pueden mejorar mucho la calidad de vida de estos pacientes.
En el Instituto de Neurociencias de Vithas contamos con profesionales que trabajan en equipo y son expertos que ayudan abordar estos cambios conductuales.