Cómo afrontar el confinamiento de forma óptima siguiendo 6 pautas

Cómo afrontar el confinamiento de forma óptima siguiendo 6 pautas

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El confinamiento al que nos vemos abocados estos días supone una ruptura abrupta en nuestras rutinas y horarios habituales. La excepcionalidad de la situación requiere de un proceso de adaptación y aprendizaje para afrontar este ‘retiro facultativo’. Algunas ideas que pueden contribuir a a...

El confinamiento al que nos vemos abocados estos días supone una ruptura abrupta en nuestras rutinas y horarios habituales. La excepcionalidad de la situación requiere de un proceso de adaptación y aprendizaje para afrontar este ‘retiro facultativo’.

Algunas ideas que pueden contribuir a afrontar de forma óptima esta etapa son:

  1. En primer lugar, darle un sentido propio a nuestro confinamiento, porque dar significado a lo que nos sucede constituye el verdadero centro de toda experiencia vital. Es importante, por ejemplo, interpretarlo en términos no tanto de obligación o imposición, como de seguridad, responsabilidad y prevención. De esta manera estamos transformando las medidas de confinamiento establecidas por las autoridades en una decisión personal.
  2. Aprovechar este período como una etapa de recogimiento y una oportunidad para hacer cosas que vamos posponiendo hace tiempo, llevados por la vorágine de nuestro día a día. Puede ser una buena ocasión para cultivar el autocuidado, buscando ratos para ordenar nuestros pensamientos y pensar en nuevos objetivos o metas personales.
  3. Tener en cuenta que aislamiento físico no supone incomunicación. Es fundamental reforzar estos días nuestras relaciones sociales a través de los diferentes medios y redes de los que disponemos en nuestros hogares. Según el conocido y afamado neuropsiquiatra francés Boris Cyrulnik: ‘Desde la soledad no hay ningún tipo de salida posible, “sólo nos dejaremos llevar por automatismos negativos”, pues sin comunicación no podremos reconocer las vulnerabilidades ni potenciar las habilidades sociales, como la empatíao la confianza en uno mismo. Todas ellas características claves para superar situaciones difíciles’.
  4. Las rutinas y la organización constituyen una pauta esencial en estas circunstancias. Cierto orden y organización en nuestras actividades diarias genera también organización y estructura mental. Y esto siempre es positivo. Además, nos mantiene ocupados, reduciendo el tiempo que podamos dedicarle a pensar en los aspectos más negativos del propio encierro (lo que dispararía nuestra ansiedad). Debemos ser nosotros quienes marquemos el ritmo de nuestras actividades diarias y no nuestro estado de ánimo.
  5. Acotar en el tiempo la duración de nuestro confinamiento, y de las consecuencias del mismo, es también una buena medida. Poner límites (aunque no sean concretos) a las circunstancias negativas que nos suceden, siempre es tranquilizador. Nos angustiamos cuando no somos capaces de tomar conciencia acerca de la transitoriedad de las cosas (las buenas y las malas).
  6. Otro recurso importante es centrarse en el momento presente, sin adelantarse demasiado a los acontecimientos, ni dejarse llevar por noticias de fuentes no contrastadas o indirectas. Debemos ajustar nuestros pensamientos a lo que conozcamos hasta ese momento.

En definitiva, tenemos que asumir la idea de que, en general (no únicamente en este periodo), hay muchas cosas que no dependen de nosotros. Y esto a veces supone afrontar circunstancias negativas, como estados de incertidumbre, desánimo, impotencia, etc.  Pero al final siempre acabamos por superarlo, porque como cuenta Jorge Bucay en el Cuento del Rey Ciclotímico, este calmó su angustia de estar cada día deshaciendo lo que hizo anteriormente cuando veía las cosas de otra manera, con 3 palabras: ‘Esto también pasará’.

Pedro Adrados, psicología clínica, Vithas Madrid Arturo Soria.

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