Las estadísticas demuestran que en los meses de octubre, noviembre y diciembre se producen muchos más casos de crisis asmáticas que en primavera
El asma es una la patología inflamatoria crónica de los bronquios que afecta a cerca del 10% de los niños y adolescentes en España. La época del año en la que se pueden ver más afectados por las crisis asmáticas es el otoño.
¿Por qué se incrementa el asma con el cambio de estación?
El ataque de asma, también llamado exacerbación asmática, se produce por una inflamación e hinchazón de las vías respiratorias en algunos enfermos, afectando seriamente a su calidad de vida. Los cambios de humedad y temperatura propios del inicio del otoño causan un incremento de las crisis agudas de asma relacionados con la exposición a agentes infecciosos y a los alérgenos ambientales propios de la estación. Estos factores predisponen a una mayor reactividad de las vías aéreas y algunos pacientes asmáticos sienten complicaciones al respirar, les ‘silba’ el pecho y tienen tos seca.
La causa de este incremento es que en, esta época del año, aumenta, con respecto al verano, la exposición a virus, bacterias y a otras patologías que pueden derivar en episodios de asma de distinta gravedad al afectar a los bronquios ya inflamados.
Esta patología puede ocasionar cuadros graves y es la causa de que muchos menores falten al colegio por las características de su sintomatología. Incluso en ocasiones, se requiere acudir a urgencias si existe dificultad para respirar o la dificultad respiratoria no se alivia, incluso después de usar el inhalador repetidas veces o no responde al tratamiento pautado.
Mejorar la sintomatología del asma
Además del cambio estacional propio de esta época, existen otros factores que favorecen la reactivación del asma como son la exposición al humo del tabaco, la contaminación y los hábitos alimentarios ya que producen cambios en el sistema inmunológico.
Otro gran problema para los pacientes asmáticos es la concentración de ácaros del polvo y epitelio de mascotas en los sistemas de calefacción. Ante este hándicap que implica que en otoño e invierno estemos más tiempo en casa, no nos oxigenamos lo suficiente. Es importante, ventilar bien y mantener un entorno libre de alérgenos como los ácaros del polvo, hongos ambientales y epitelios de animales de compañía que pueden empeorar el asma.
Dieta mediterránea, nuestro gran aliado para el asma
Tanto para adultos como para niños, la dieta mediterránea es un buen aliado para combatir el asma. Se debe evitar el consumo de comida basura y consumir alimentos que contengan vitamina A, C, y E, que están por ejemplo en la cebolla, las espinacas, los frutos rojos, los cítricos o el aceite de oliva, es decir, antioxidantes que fortalezcan el sistema inmune frente a cualquier infección evitando una inflamación de los bronquios. Cualquier consejo, recuerda, siempre de la mano de un profesional médico.