Cuidado con las compras compulsivas en el periodo de rebajas. El periodo de rebajas provoca un aumento de compras compulsivas de productos que, en la mayoría de los casos no son realmente necesarios. “La adicción a las compras es una patología conocida con el nombre de “oniomanía”, que con...
Cuidado con las compras compulsivas en el periodo de rebajas. El periodo de rebajas provoca un aumento de compras compulsivas de productos que, en la mayoría de los casos no son realmente necesarios. “La adicción a las compras es una patología conocida con el nombre de “oniomanía”, que consiste en un impulso irresistible por comprar”, explica Estefanía Marcos de Lima, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Cómo evitar compras compulsivas
Cómo evitar compras compulsivas. La psicóloga Estefanía Marcos plantea las siguientes recomendaciones para evitar realizar compras compulsivas durante el período de rebajas:
-Aplicar la técnica de esperar unos 10 minutos antes de comprar. La dopamina es un neurotransmisor de la gratificación inmediata, pero se reduce pasados 10 minutos, y por lo tanto los mecanismos de recompensa inmediata dan lugar al control de esa acción y a poder percibir con más calma si es necesaria la compra o no.
-Plantear la siguiente pregunta antes de comprar un artículo: ¿podría vivir sin ello? Y, especialmente, ¿cómo me sentiré dentro de cinco días si adquiero este producto? Estas cuestiones nos van a ayudar a tomar una decisión de compra o no.
-Pensar en qué otras cosas se podría invertir ese dinero, para tomar conciencia de las “necesidades” que se pueden tener, y dónde derivar los gastos.
-Por último, tener en cuenta que es importante comprar no para satisfacer la ansiedad, el impulso o el bajo estado de ánimo, sino porque el artículo sea realmente necesario. En muchas ocasiones compramos por comprar y luego no usamos ese producto nunca.
Si tenemos en cuenta estas recomendaciones, evitaremos compras de productos que realmente no son necesarias. Quizás en ese momento no somos conscientes de ello porque nos dejamos llevar por impulsos pero si realizamos un planteamiento razonable, podremos prescindir de ellas.