Evitar el consumo excesivo de información y apoyarse en la comunidad son claves para recuperar la normalidad.
La reciente DANA ha golpeado la Comunidad Valenciana con una intensidad devastadora. Las fuertes lluvias e inundaciones han dejado a su paso no solo daños materiales, sino también un rastro emocional en las personas afectadas. Silvia Ortiz, psicóloga del Hospital Vithas Aguas Vivas, comparte algunas recomendaciones sobre cómo enfrentar y gestionar el miedo y la ansiedad en este contexto de catástrofe natural.
Entender el miedo como una respuesta natural
La psicóloga explica que es normal que tras un evento traumático como una inundación experimentemos una gran sensación de amenaza y alerta constante. Este es un mecanismo innato de autoprotección, y como tal, no deberíamos sentirnos mal por tener esta reacción. “La fase de impacto inicial nos trae emociones de agitación, vulnerabilidad y riesgo elevado, todas respuestas normales que nos ayudan a mantenernos alertas”, asegura Ortiz. El primer paso para comenzar a calmar estas emociones es reconocerlas y aceptarlas sin juzgarnos.
Limitar el consumo de información: la clave para evitar sobrecargas emocionales
Durante los primeros días después de la DANA, es común recurrir a las noticias y redes sociales en busca de actualizaciones y consuelo. Sin embargo, Ortiz advierte que el consumo excesivo de información puede intensificar el miedo y dificultar el proceso de recuperación. “Estar continuamente revisando aplicaciones meteorológicas, redes sociales o viendo noticias puede intensificar nuestros miedos y bloquear nuestra capacidad de resiliencia”, explica. La recomendación es limitar el tiempo que pasamos expuestos a noticias sobre el evento y centrarnos en actividades que nos aporten calma y estabilidad.
Estrategias de racionalización y calma
Ortiz sugiere practicar la racionalización como una herramienta para contrarrestar el miedo. Esto significa analizar el miedo en términos objetivos y reconocer que, aunque el peligro fue real, la situación está bajo control en el presente. Técnicas de respiración, meditación y ejercicios de relajación son también formas efectivas de ayudar al cuerpo y la mente a recuperar un estado de calma.
“El miedo es una emoción útil que nos ayuda a prevenir y mantenernos alerta, pero no debería ser incapacitante. Tranquilizarse y racionalizar la situación es fundamental para retomar la normalidad de manera gradual”, explica Ortiz.
La importancia del apoyo comunitario
La psicóloga enfatiza que el proceso de recuperación emocional no es individual, sino colectivo. La comunidad juega un papel clave al brindar apoyo mutuo y comprensión. “Aprender a vivir con lo ocurrido y apoyarnos en la experiencia compartida puede facilitar nuestra recuperación y ayudarnos a gestionar mejor el miedo en el futuro”, señala Ortiz. Practicar la empatía, estar ahí para los demás y compartir experiencias son aspectos importantes que contribuyen al bienestar colectivo.
¿Y si el miedo persiste?
Si el tiempo pasa y las sensaciones de miedo no disminuyen, Ortiz advierte que es importante buscar apoyo profesional. La terapia puede proporcionar las herramientas necesarias para enfrentar estos miedos persistentes y ayudar a las personas a recuperar su vida cotidiana.
Desde el Hospital Vithas Aguas Vivas, la psicóloga Silvia Ortiz y su equipo se solidarizan con quienes han sufrido pérdidas personales y materiales, recordando que pedir ayuda y apoyarse en los demás son claves para una recuperación emocional efectiva tras una catástrofe.