Muchos pacientes acuden a la consulta de la unidad de medicina estética de Vithas Las Palmas con dudas respecto a las diferencias entre dos de los productos más utilizados en medicina estética: el ácido hialurónico y la toxina botulínica. La toxina botulínica evita la formación de arrugas d...
Muchos pacientes acuden a la consulta de la unidad de medicina estética de Vithas Las Palmas con dudas respecto a las diferencias entre dos de los productos más utilizados en medicina estética: el ácido hialurónico y la toxina botulínica.
La toxina botulínica evita la formación de arrugas dinámicas
La toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, es una sustancia que producen algunas bacterias. “Administrada mediante infiltración en la piel a través de una aguja fina, se absorbe en el músculo y provoca la relajación temporal del mismo. Es lo que llamamos un miomodulador, una sustancia que modula la fuerza de contracción de la musculatura”, explica la Dra. Noor Cheikhi, especialista de medicina estética de Vithas Las Palmas.
“Los tratamientos con toxina botulínica ayudan a evitar la formación de arrugas (llamadas arrugas dinámicas) y atenuar las ya presentes (arrugas estáticas) sin aportar volumen”. De acuerdo con la especialista, “correctamente aplicado y en su justa medida, el uso de la toxina botulínica o bótox no afectará a la expresión facial. Al contrario, permitirá que podamos expresarnos con una piel aún más tersa y brillante”, detalla. “Es importante que los pacientes conozcan de antemano que el efecto de la toxina sobre nuestro organismo inicia entre los cinco y los siete días tras el tratamiento y su duración habitual se describe entre los 4 y 6 meses, no siendo recomendable administrarla antes del transcurso de este tiempo”, señala la Dra. Cheikhi.
Volumen, hidratación y elasticidad de la piel gracias al ácido hialurónico
El ácido hialurónico (AH) es una sustancia propia de nuestro organismo que, con el paso del tiempo, vamos perdiendo. Su función principal es captar agua, de tal forma que cuando perdemos AH, perdemos volumen, aparece flacidez y se van conformando surcos y arrugas. “Infiltramos ácido hialurónico a través de cánula o aguja directamente sobre la arruga para rellenarla o en otras zonas que queramos dar volumen. Esta sustancia aporta además hidratación y elasticidad”, detalla la especialista.
De acuerdo con la especialista de Vithas Las Palmas, “el efecto del ácido hialurónico es visiblemente inmediato y su duración varía en función del tipo de reticulación. Por lo general es más duradero que la toxina botulínica. De hecho, en algunos casos llega a mantenerse más de un año y podemos volver a infiltrarlo antes del transcurso de ese tiempo”.
Terapias estéticas eficaces, seguras y reabsorbibles
La especialista en medicina estética insiste en que “ambas sustancias son eficaces, seguras y reabsorbibles”. Sin embargo, recuerda que “es imprescindible conocer la anatomía facial y los lugares de administración idóneos para aplicar cada tratamiento, que incluso pueden llegar a combinarse obteniendo resultados espléndidos”. Aun así, para saber cuáles son las necesidades y tratamientos más adecuados en cada caso es recomendable que el paciente consulte siempre con un médico especialista.