El PET-TAC es un equipo híbrido formado por un TAC, que es una prueba radiológica que se centra más en la morfología anatómica, lo que permite valorar dónde se encuentra una lesión y saber el tamaño de la misma, y por un PET, imagen más funcional o metabólica. La conjunción de ambos elem...
El PET-TAC es un equipo híbrido formado por un TAC, que es una prueba radiológica que se centra más en la morfología anatómica, lo que permite valorar dónde se encuentra una lesión y saber el tamaño de la misma, y por un PET, imagen más funcional o metabólica.
La conjunción de ambos elementos permite una mayor precisión y calidad de imagen en un menor tiempo de exploración, lo que redunda en el beneficio de los pacientes ya que, se consigue aumentar tanto la sensibilidad como especificidad en la detección de lesiones.
Aplicación del PET TAC en oncología
En el campo de la oncología, esta tecnología permite hacer un diagnóstico inicial de la enfermedad tumoral, valorar su extensión, objetivar la respuesta a los tratamientos, así como afinar más en los campos de tratamiento de radioterapia y detección de sospecha de recaída de enfermedad.
Aplicación del PET TAC en neurología
Otras de las aplicaciones del equipo se realizan en neurología, permitiendo el diagnóstico precoz de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, así como su extensión, estudios de otros tipos de demencias, localización de focos epileptógenos, enfermedades psiquiátricas, etc.
¿Qué utilidad tiene una prueba de PET TAC?
El PET TAC, en determinadas áreas del cuerpo, permite el diagnóstico de cáncer, de tumores neuroendocrinos, metástasis óseas y posibles patologías traumatológicas, entre otras.
A nivel craneal, la realización de la prueba permite la detección de tumores cerebrales, epilepsia y Parkinson, entre otras patologías.
Esta prueba se realiza por indicación médica del especialista y se lleva a cabo, normalmente, en el servicio de medicina nuclear.