La enfermedad celíaca es una patología de origen autoinmune y con un componente genético, en la que se produce un daño en la mucosa intestinal derivado de la ingesta de gluten. El gluten es una fracción proteica que se encuentra en trigo, cebada, centeno y derivados híbridos como el triticale...
La enfermedad celíaca es una patología de origen autoinmune y con un componente genético, en la que se produce un daño en la mucosa intestinal derivado de la ingesta de gluten. El gluten es una fracción proteica que se encuentra en trigo, cebada, centeno y derivados híbridos como el triticale.
La celiaquía se presenta en individuos genéticamente predispuestos, y se caracteriza por una reacción inflamatoria, de tipo autoinmune, en la mucosa del intestino delgado, lo que ocasiona el acortamiento de las vellosidades intestinales y, como consecuencia clínica, dificultad en la absorción de macro y micronutrientes.
Principales Causas
La causa es aún desconocida, pero los últimos estudios apuntan a que ésta pueda ser debida a los siguientes factores:
- Agentes ambientales, como infecciones virales o bacterianas
- Susceptibilidad genética.
10 síntomas de la enfermedad celíaca
- Problemas gastrointestinales, tales como gases, distensión abdominal, náuseas y vómitos, diarrea o estreñimiento y dolor abdominal.
- Fatiga que aparece tras consumir alimentos con gluten, así como dificultad para concentrarse. La fatiga puede ir acompañada de calambres musculares.
- Dolor de cabeza, provocado por el consumo de esta proteína.
- Anemia por carencia de hierro.
- Dolores articulares.
- Caída del cabello y fragilidad de uñas.
- Erupción cutánea con picazón y ampollas (dermatitis herpetiforme)
- Síntomas neurológicos como hormigueo en pies y manos
- Úlceras bucales o llagas
- Pérdida de peso
¿Cuál es el tratamiento más indicado?
La única y más importante medida a tomar es la exclusión del gluten de la dieta de por vida.
La persona celíaca debe basar su dieta en alimentos naturales como legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten (arroz y maíz). Además, se deben evitar los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.
Además, debe adquirir determinados hábitos de vida para evitar que los alimentos entren en contacto con otros que puedan contener gluten (contaminación cruzada), como etiquetar y separar bien los alimentos, lavar a fondo utensilios y superficies de cocina o tener un tostador exclusivo para el pan sin gluten.