En condiciones de salud normal, las revisiones ginecológicas anuales son la mejor forma de cuidarte. Según tus antecedentes familiares y personales el ginecólogo valorará las pruebas necesarias y la periodicidad de los controles. En cada fase de tu vida es importante hacer ...
En condiciones de salud normal, las revisiones ginecológicas anuales son la mejor forma de cuidarte. Según tus antecedentes familiares y personales el ginecólogo valorará las pruebas necesarias y la periodicidad de los controles. En cada fase de tu vida es importante hacer las visitas periódicas recomendadas. Es fundamental acudir además al ginecólogo siempre que se observe cualquier alteración, anomalía o dolor.
Prevención de patología benigna y maligna
Ponemos a tu disposición los mejores especialistas, la revisión ginecológica anual es un control que es necesario para la prevención de enfermedades graves.
Nos gusta recalcar la necesidad de realizar estas revisiones de forma periódica, ya que es el mejor modo de prevenir patologías y asegurarnos una buena salud. Debes acudir al ginecólogo si observas problemas menstruales, alteraciones en el flujo vaginal o si aparece algún tipo de anomalía en la mama.
¿Qué pruebas debemos hacernos?
Durante un control ginecológico de rutina el médico suele seguir un procedimiento que adapta a cada paciente:
- Hacer preguntas sobre el estado de salud general, antecedentes familiares, menstruación, embarazos y abortos, etc. Con estas informaciones el especialista podrá disponer de todos los datos para la prescripción de pruebas preventivas.
- Realizar una exploración interna y externa del aparato genital
- Hacer los exámenes de control preventivos indicados según la edad de la paciente (citología, papanicolaou, mamografía, etc.).
- La citología a partir de los 25 años para detectar de manera precoz una lesión a nivel del cérvix, que supone la cuarta causa más frecuente de cáncer en la mujer.
- La mamografía es uno de los exámenes ginecológicos preventivos recomendado a partir de los 40 años para detectar la presencia de alteraciones en el tejido mamario y prevenir el cáncer de mama.
- Prescribir tratamientos o terapias para prevenir o tratar eventuales molestias.
No lo dudes, unos minutos al año pueden salvarte la vida.
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