Cómo manejar el estrés en los tratamientos de Reproducción Asistida

Cómo manejar el estrés en los tratamientos de Reproducción Asistida

Hospital Vithas Valencia Consuelo

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El estrés es la respuesta del cuerpo frente a una amenaza. La ansiedad es la reacción física ante ese estrés.

Aproximadamente entre el 60% y el 65% de las mujeres con problemas reproductivos pueden experimentar estrés.

Este estrés puede incluir la presencia de ansiedad y/o angustia, que resulta difícil de controlar, y muchas veces se asocia con un estado de ánimo deprimido.

Con frecuencia, quienes padecen estrés no lo expresan abiertamente, y si no se diagnostica, no cuentan con el apoyo necesario para manejarlo.

Tratamientos de Reproducción Asistida
Durante el ciclo de reproducción asistida, existen diversos momentos en los que el estrés puede incrementarse.

Este nivel de estrés comienza a aumentar desde la consulta inicial, al realizarse las pruebas diagnósticas, y continúa al llegar a momentos críticos como la punción ovárica o la transferencia de embriones. El nivel de estrés se eleva aún más en el periodo de espera de la beta (los 10 días previos a la prueba de embarazo en sangre).

Es fundamental que el especialista en reproducción asistida, si identifica un estrés excesivo en la paciente, la derive a un psicólogo para que pueda diagnosticar, orientar y tratar la situación.

Es necesario informar a los pacientes que reciben tratamiento para problemas reproductivos que es común experimentar un estrés elevado durante el proceso y que, por lo tanto, puede ser útil contar con el apoyo de un especialista en psicología.

Consejos prácticos
Controlar este estrés beneficiará el éxito del tratamiento de reproducción asistida, reduciendo la posibilidad de abandono y aumentando las probabilidades de lograr el embarazo deseado.

Además, ofrecer a los pacientes un plan alternativo para cada etapa del proceso reproductivo les permitirá visualizar diferentes opciones y reducir el estrés asociado con los resultados inmediatos, especialmente durante un ciclo que puede ser emocionalmente agotador.

Algunas estrategias efectivas para reducir el estrés incluyen:

  • Aceptar aquellas situaciones que no se pueden modificar.
  • Mantener una actitud optimista frente a los desafíos.
  • Realizar ejercicio moderado de manera regular.
  • Practicar técnicas de relajación.
  • Dormir entre 7 y 9 horas cada noche.
  • Seguir una dieta equilibrada, evitando el exceso de azúcares y grasas saturadas (como mantequilla, queso, aceite de palma y coco, y carnes rojas) y grasas trans (como margarinas, mantecas, alimentos fritos, procesados y productos horneados comerciales como pasteles y galletas).

Finalmente, es esencial que el paciente se sienta respaldado y escuchado de manera empática durante el tratamiento. Esto es clave para mantener un equilibrio emocional adecuado a lo largo de todo este desafiante proceso de búsqueda del embarazo, y puede facilitar un mejor resultado en el menor tiempo posible.

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