Las pruebas PET-TAC de Medicina Nuclear se centran en el diagnóstico metabólico. En los casos indicados, suponen una ventaja notable frente a los estudios de diagnóstico por imagen. La exploración PET es capaz de detectar determinados cambios en el comportamiento metabólico que desv...
Las pruebas PET-TAC de Medicina Nuclear se centran en el diagnóstico metabólico. En los casos indicados, suponen una ventaja notable frente a los estudios de diagnóstico por imagen. La exploración PET es capaz de detectar determinados cambios en el comportamiento metabólico que desvelan información muy valiosa para determinar el estadiaje de la enfermedad. Es decir, la ubicación del cáncer, si se ha diseminado o hacia dónde. También si está afectando otras partes del cuerpo y/o la respuesta a un determinado tratamiento. Esta capacidad del PET es posible gracias a la detección de un consumo celular desmedido de glucosa, propio de las células tumorales.
Los especialistas que más demandan esta exploración son los oncólogos, neumólogos, hematólogos y cirujanos. Existen tumores que se benefician especialmente de la capacidad diagnóstica-así como de estadiaje y valoración de respuesta al tratamiento- de la PET-TAC. El cáncer de pulmón, los linfomas, el cáncer colorrectal, los tumores de cabeza y cuello, el melanoma y los tumores de origen desconocido son los más frecuentes.
Retrasar su realización puede traducirse en que un cáncer deje de ser operable, con las consecuencias que puede tener en la lucha contra la enfermedad
Evidentemente, los beneficios de la PET-TAC en la lucha contra enfermedades potencialmente graves como el cáncer se diluyen cuando su realización se pospone, menospreciando una ventaja en el tiempo de incalculable valor. En este sentido, resulta preocupante que al comparar las PET-TAC realizadas en 2019 con las realizadas en 2020 en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el descenso haya sido del 66%
Protocolos estrictos de seguridad
Tras la autorización de la Conselleria de Sanitat del Gobierno Valenciano el pasado 17 de abril para retomar de forma paulatina la actividad en los hospitales, el Hospital Vithas 9 de Octubre implementó estrictos protocolos de seguridad frente a la covid-19.
Además de las medidas adoptadas en todo el hospital, el Servicio de Medicina Nuclear de este centro ha implantado protocolos extraordinarios para dar respuesta a las necesidades de seguridad propias de exploraciones PET-TAC.
Previamente a la exploración del paciente, el equipo médico del Servicio de Medicina Nuclear realiza una anamnesis –preguntas que desvelan datos con un fin diagnóstico- para determinar si ha sufrido covid-19 o si es paciente de riesgo.
El Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre ha detectado un descenso del 66% en la realización de PET-TAC
“Si concluimos que puede haber riesgo, citamos al paciente a última hora. Tras su salida, todo el circuito se somete a un proceso de desinfección que se desmarca del habitual y que sigue las normas internacionales pautadas en este escenario por General Electric, fabricante de nuestros equipos PET-TAC”, explica el Dr. Pablo Sopena, responsable del Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre.
Independientemente del grado de riesgo de padecer covid-19 de cada paciente, todos los pacientes pasan por el protocolo diseñado por el servicio para velar por la seguridad de los pacientes. En este sentido, “antes de que el paciente se vaya, comprobamos en la TAC que no existe un patrón pulmonar compatible con el covid-19”. En caso afirmativo, la información se traslada al paciente y al médico que ha solicitado la prueba. “En ocasiones en la TAC no se aprecia, pero el PET desvela patrones que pueden sugerir la presencia del virus. En tal caso, se actúa de igual forma: avisando a paciente y médico”, matiza el Dr. Sopena.
Prueba indolora
Las habitaciones que del Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre tiene disponibles para la preparación de los pacientes son individuales. Y están provistas de un sistema de videocámaras para controlar en todo momento cómo se encuentra el paciente, que puede estar acompañado por una persona.
La PET-TAC es una exploración indolora, dura alrededor de 10 minutos, no tiene efectos secundarios y permite al paciente retomar su rutina de forma inmediata.
El Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre implanta procesos para detectar pacientes de riesgo covid-19
En torno a 9 de cada 10 exploraciones se dan en pacientes oncológicos. Pero también es especialmente útil en neurología. Sobre todo en el diagnóstico de demencias y del riesgo de padecer alzhéimer y procesos infecciosos e inflamatorios como artritis o vasculitis.
“Una demora prolongada en la realización de un PET-TAC en un paciente oncológico puede tener consecuencias tan serias como que pase a ser, de un caso quirúrgico, a no quirúrgico, con las consecuencias negativas que eso puede tener en el pronóstico del paciente”, explica el Dr. Sopena.