Los beneficios de la risa se conocen desde la antigüedad, y disciplinas como la psicología han aprovechado este recurso como método para activar el bienestar físico y psicológico de la persona. Se ha creado, por ejemplo, la risoterapia; una terapia que, como su propio nombre indica, emplea la ...
Los beneficios de la risa se conocen desde la antigüedad, y disciplinas como la psicología han aprovechado este recurso como método para activar el bienestar físico y psicológico de la persona. Se ha creado, por ejemplo, la risoterapia; una terapia que, como su propio nombre indica, emplea la risa como elemento principal.
Aunque podríamos hablar de innumerables beneficios, en este post, vamos a extraer siete. Aquí van.
Las carcajadas disminuyen el insomnio.
La risa nos hace estar relajados, tranquilos y, en general, sentirnos bien. Si nos reímos dejamos nuestros problemas y preocupaciones a un lado, y esto repercute directamente en la calidad de nuestro sueño.
Reduce el estrés.
Cuando nos reímos generamos endorfinas. Estas hormonas fortalecen nuestro sistema inmunitario, aumentan nuestra sensación de bienestar y nos ayudan a combatir el estrés.
Refuerza nuestro sistema inmunológico.
Las endorfinas asociadas con la risa tienen otra gran cantidad de beneficios y bondades. Por ejemplo, protegen al organismo de infecciones y lo hacen más resistente a enfermedades como el cáncer, la hipertensión o la diabetes. De igual forma, reír aumenta la inmonuglobulina A y linfocitos T, anticuerpos que combaten virus y bacterias.
Posee un efecto analgésico.
Está demostrado que tanto la risa como el humor pueden reducir el dolor. Además, sirve como una técnica de distracción y aumenta la producción de analgésicos naturales del cuerpo como las anteriormente mencionadas endorfinas o la serotonina.
Ayuda a prevenir problemas cardiovasculares.
Cuando nos reímos liberamos adrenalina, dopamina y serotonina las cuales favorecen el correcto funcionamiento de nuestro corazón. Además, a nivel psicosomático, muchas dolencias cardíacas tienen su centro neurálgico en la tristeza, la cual provoca que el corazón se contraiga. Si sonreímos y nos reímos, el corazón se relaja y se ensancha.
Rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas.
Mientras que cuando estamos tristes provocamos que las defensas de nuestro cuerpo bajen y seamos más propensos a enfermedades, la risa hace que nuestro cuerpo se enfrente mejor al entorno, protegiéndose de él y que nuestra piel se vea con mejor color y más sana. Además, si te das cuenta cuando nos reímos a carcajadas podemos llegar a sudar y, habitualmente, nuestros lagrimales entran en acción. Todo esto ayuda a la hidratación de nuestra piel.
Mejora nuestra autoestima.
La risa nos ayuda a perder el sentido del ridículo y a reducir nuestras auto exigencias diarias.