Las reconstrucciones mamarias tras una mastectomía tienen, como efecto secundario, un dolor postquirúrgico derivado de la propia intervención, en la cual, se suele levantar el músculo pectoral para insertar la prótesis y la correspondiente malla de sujeción. Eso era hasta ahora, porque ...
Las reconstrucciones mamarias tras una mastectomía tienen, como efecto secundario, un dolor postquirúrgico derivado de la propia intervención, en la cual, se suele levantar el músculo pectoral para insertar la prótesis y la correspondiente malla de sujeción.
Eso era hasta ahora, porque la llegada de las mallas biológicas como la colocada por cirujanos de la Unidad de Mama del Hospital Vithas Vigo este mismo mes, permite su colocación pre-pectoral, reduciendo sustancialmente el dolor posquirúrgico; y ofreciendo, además, un aspecto estético más natural. Esta malla o matriz biológica tridimensional se ha colocado por vez primera en Galicia y en menos de diez ocasiones en toda España.
Estas mallas biológicas de origen porcino permiten una mejor adaptación postquirúrgica del organismo a los implantes, minimizando casi por completo las posibilidades de rechazo o de encapsulamiento de la prótesis.
La novedad de esta técnica radica no sólo en la utilización de mallas biológicas, sino en que estas están preformadas en tres tamaños, lo que hace que la cirugía de reconstrucción mamaria sea mucho más rápida, y consecuentemente, el tiempo de anestesia sea menor. Además, con la introducción de estas mallas preformadas tridimensionalmente permiten que el volumen de la mama no sea un obstáculo para su implantación, ya que se adapta a todos los tamaños.
El Dr. Gonzalo De Castro Parga, coordinador de la Unidad de Mama de Vithas Vigo, considera que este tipo de mallas “permite una mejor calidad de vida y mucho menos dolor”. En este sentido, entiende que “es una evolución importante en la calidad de la cirugía cada vez menos dolorosa” que presenta unos “excelentes” resultados en las candidatas apropiadas.
En este sentido, el Dr. De Castro, que ha impartido ya varias conferencias en foros científicos sobre las mallas biológicas, señala que “desgraciadamente, no vale para cualquier paciente”, sino que es necesario que exista “una buena piel, y un buen colgajo adiposo para que la malla pueda adaptarse correctamente” al seno.