Posturas habituales que perjudican nuestra salud. Son posturas y movimientos que realizamos habitualmente. No nos ocurrirá nada si las hacemos de manera puntual u ocasional. El problema llega cuando mantenemos durante mucho tiempo estas posturas forzadas.
La postura a la hora de dormir
Hay posturas habituales que perjudican nuestra salud cuando dormimos. La postura que adoptamos mientras dormimos no solo puede provocarnos dolores de espalda. También puede afectar a la calidad del sueño, y repercutir en nuestro rendimiento al día siguiente. La cama es donde pasamos más horas seguidas y por eso es importante una buena postura, aunque nos movamos a lo largo de la noche.
Por ejemplo, dormir boca abajo (en decúbito prono) nos obliga a girar el cuello. Supone un estrés continuo en la columna cervical para poder respirar. Puede conllevar dolores cervicales, lumbalgias (al aumentar la curvatura lumbar), tendinitis y otros trastornos músculo esqueléticos que se manifiestan cuando están avanzados. Son posturas habituales que perjudican nuestra salud.
¿Cuál es la mejor forma de dormir? De lado. Y mejor si colocamos una almohada pequeña entre las piernas. Así mantenemos la columna vertebral en horizontal, repartimos mejor las tensiones, facilitamos la respiración y evitamos apneas.
También es importante elegir bien la almohada: debe permitir a las cervicales mantener una posición alineada con el resto de la columna.
Cómo nos agachamos al coger un objeto del suelo
Hay posturas habituales que perjudican nuestra salud cuando nos agachamos. A menudo, levantamos objetos del suelo, o los depositamos, de forma equivocada.Flexionamos el tronco hacia delante a la altura de la cintura, sin flexionar las piernas. La columna vertebral tiene tres curvaturas fisiológicas y, al hacer este movimiento forzado, eliminamos dichas curvaturas.
Sobre todo la lordosis de la columna lumbar. De esa forma, la presión afecta a las vértebras y discos intervertebrales, lo que puede causar lumbalgias agudas y, a la larga, lesiones de de tipo discal, como protusiones o hernias. Son posturas habituales que perjudican nuestra salud.
La forma correcta de hacerlo es, primero, separar un poco las piernas para ampliar nuestra base de apoyo. A continuación, acercarnos lo máximo posible al objeto en el suelo y doblar las rodillas. Mientras lo levantamos, apretamos los músculos del abdomen para dar estabilidad al tronco y repartir las cargas.
Es importante mantener lo más cerca posible del cuerpo el objeto a mover, evitando inclinarnos hacia delante o rotando el tronco, y con la espalda siempre erguida.
El uso abusivo de los móviles y el ordenador
Hay posturas habituales que perjudican nuestra salud cuando estamos en el ordenador. El uso prolongado de la tecnología (móviles y ordenador) puede ser muy perjudicial para la salud y provocar insomnio, ansiedad o procesos inflamatorios que deriven en artritis o artrosis en la mano y patologías cervicales.
Por ejemplo, con los teléfonos móviles realizamos movimientos repetitivos, sobre todo, de los pulgares. Bien por su uso constante (mandar emails, WhatsApp, hacer fotos, buscar información en Internet o trabajar), bien por pasar mucho tiempo con los videojuegos.
Y puede derivar en lesiones de los tendones, especialmente de los flexores del pulgar. Producen dolor y, en algunos casos, irradia hacia la muñeca.
Con las tablets, los movimientos repetitivos los realizamos con el índice, por lo que también podemos tener tendinitis en ese dedo.
Además, debemos tener mucho cuidado con la ergonomía e intentar mantener la columna cervical erguida, no con una flexión mantenida, que pueda causar dolores de cabeza y de cervicales. Son posturas habituales que perjudican nuestra salud.
En cuanto al ordenador, un uso excesivo del ratón puede producir compresión del nervio mediano de la muñeca. Se puede irritar o inflamar y causar el síndrome del túnel carpiano, con hormigueo y entumecimiento de los dedos pulgar, índice y corazón en su cara palmar, además de sensación de debilidad.
La higiene postural es muy importante para un equilibro muscula idóneo, con una correcta alineación entre la espalda y el cuello, la espalda correctamente apoyada en el respaldo de la silla y los hombros relajados sobre la mesa. Los codos, en ángulo recto.
Si queremos evitar estos síntomas, lo ideal sería limitar el tiempo que dedicamos al móvil. Usar, no abusar. Para ello, conviene realizar descansos mientras trabajamos en el ordenador, evitando estar largos periodos en la misma posición.
Es recomendable realizar ejercicios de estiramiento y movilidad para aliviar la tensión. Si nos levantamos de la silla y caminamos un poco, activaremos la musculatura y evitaremos sobrecargas indeseadas.
Se deben tener muy presentes estos consejos. Ante cualquier duda o sospecha de lesión se recomienda acudir al fisioterapeuta.
