Una convulsión se produce por la aparición de una actividad eléctrica anormal en el cerebro. La causa más frecuente es la fiebre (convulsiones febriles), aunque también pueden producirse por bajada de azúcar, algunas medicina o tóxicos, golpes en la cabeza, enfermedades neurológicas o infecciones
¿Qué son las convulsiones?
Las convulsiones en los niños pueden ser alarmantes, se producen por la aparición de una actividad eléctrica anormal en el cerebro, haciendo que un niño se caiga y tiemble o se contorsione con violencia; en ciertas ocasiones puede ser que el pequeño pierda súbitamente la capacidad de reacción durante un episodio en el que queda como en trance mirando a un punto fijo.
Las convulsiones suelen durar poco tiempo (menos de 5 minutos) y, posteriormente, el niño suele quedarse adormilado, confuso y/o desorientado un tiempo.
Para los padres esto puede sonar atemorizante, por eso hoy daremos una serie de consejos de cómo actuar ante estos posibles episodios de convulsiones:
¿Cómo reconocerlas?
- Puede ocasionar una pérdida brusca de conciencia con caída al suelo, desconexión del entorno con mirada perdida
- Contracción de la mandíbula (boca morada y cerrada con fuerza)
- Rigidez o flacidez y/o movimientos involuntarios de un músculo o parte del cuerpo (como sacudidas de los brazos y/o las piernas)
- Durante el episodio pueden hacerse pis.
Causas
La causa más frecuente es la fiebre (convulsiones febriles), aunque también pueden producirse por bajada de azúcar, algunas medicinas o tóxicos, golpes en la cabeza, enfermedades neurológicas o infecciones.
En los recién nacidos, las convulsiones pueden estar causadas por
- Anomalías metabólicas temporales, como un nivel bajo de azúcar en la sangre
- Un trastorno grave, como una malformación cerebral, una lesión del cerebro durante el embarazo, la falta de oxígeno durante el parto o una infección grave.
- Trastornos hereditarios que tienen su origen en mutaciones en un gen, como el trastorno hereditario del metabolismo
- El consumo materno de determinados medicamentos o sustancias durante el embarazo
Las convulsiones causadas por trastornos hereditarios del metabolismo suelen comenzar durante la lactancia o la infancia.
En bebés mayores y niños, la causa de las convulsiones puede ser desconocida. Hay que tener en cuenta que las convulsiones febriles son bastante frecuentes en niños pequeños y que éstas pueden ser hereditarias.
Consejos ante una convulsión:
- Mantener la calma.
- Colocar al niño en un sitio seguro, tumbado de lado, con una almohada o toalla bajo la cabeza y alejar objetos con los que pueda golpearse.
- Si es posible, controle el tiempo (la duración de la convulsión).
- Esperara a que ceda espontáneamente. Si no ha cedido en 2 minutos y su médico le ha recetado una medicación, adminístrela. Si la convulsión continúa, active el 112.
- Los medicamentos para las convulsiones de prescripción médica son muy efectivos.
- No sujetar al niño intentando impedir el ataque.
- Evitar introducir cualquier objeto en la boca.
- No darle nada de comer o beber hasta que esté consciente (tampoco antitérmicos por boca).
- No intente darle un baño de agua fresca para bajarle la fiebre.
- Acudir al médico si es la primera vez que le ocurre, la crisis ha sido muy larga, el niño tiene dolor de cabeza intenso y/o vómitos, ha sufrido un golpe en la cabeza, no se ha recuperado adecuadamente o está adormilado, decaído o irritable
Aconsejamos buscar atención médica ante cualquier síntoma o duda y es muy importante cumplir con la pauta de tratamiento que establezca el especialista. Además, puede proporcionar recomendaciones para aumentar el éxito del mismo y evitar nuevos episodios.
Para obtener más información y consejos sobre las convulsiones en niños:
Información facilitada por el Dr. Enrique Sánchez, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga