Sangrado, picor, escozor, irritación o, en ocasiones, dolor intenso son algunos de los síntomas que padecen los pacientes con hemorroides. Un alto porcentaje de la población sufre esta patología por diversas causas: estreñimiento crónico o diarrea, esfuerzos durante la defecación, poca fibr...
Sangrado, picor, escozor, irritación o, en ocasiones, dolor intenso son algunos de los síntomas que padecen los pacientes con hemorroides. Un alto porcentaje de la población sufre esta patología por diversas causas: estreñimiento crónico o diarrea, esfuerzos durante la defecación, poca fibra en la dieta, embarazo (por el aumento de la presión abdominal), vida sedentaria, obesidad o hipertensión.
Con la aparición de los primeros síntomas se debe acudir al médico para evitar que una hemorroide de grado II o III se pueda convertir en grado IV, ya que el retraso en acudir al especialista puede conllevar la aparición de mayor inflamación, escozor o formación de trombos, que causan un dolor muy agudo. Además, es fundamental, al diagnosticar a un paciente de hemorroides, descartar otras patologías como el cáncer de recto. Para ello, se debe realizar una colonoscopia.
¿Qué pueden ocultar las hemorroides?
Hay que tener en cuenta que, al ser una patología muy habitual, puede ocultar los primeros síntomas de enfermedades más graves y retrasar su diagnóstico. Por ello, se puede recomendar una colonoscopia si la persona que padece hemorroides presenta signos y síntomas que sugieren otra enfermedad del sistema digestivo, o si demuestra que puede haber un factor de riesgo para sufrir cáncer colorrectal.
La presencia de sangre en las heces no siempre se debe a un problema grave de salud, pero se debe consultar al médico, sobre todo si los episodios se dan en personas mayores de 50 años. El sangrado indica que algo no va bien, pero igual puede ser leve y de fácil solución como las hemorroides o la fisura anal y tratarlas quirúrgicamente a nivel ambulatorio, como puede tener una causa más grave y necesitar un tratamiento más exhaustivo como: divertículos sangrantes, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, úlcera gastroduodenal o cáncer de colon.
¿Cómo prevenir las hemorroides?
La manera de prevenir las hemorroides es realizar ejercicio físico, evitar el sedentarismo y cambiar los hábitos alimentarios: una dieta rica en fibra, ingerir dos litros de agua diarios, evitar el abuso de picantes, especias, grasas, sal y alcohol y sobre todo regular la función intestinal,