Las revisiones oftalmológicas pueden desvelar anomalías en la salud que no tienen por qué estar relacionadas únicamente con la visión. Los ojos son órganos donde se pueden manifestar señales de otras enfermedades ya que son las ventanas que permiten ver la actividad en vivo de sus vasos san...
Las revisiones oftalmológicas pueden desvelar anomalías en la salud que no tienen por qué estar relacionadas únicamente con la visión. Los ojos son órganos donde se pueden manifestar señales de otras enfermedades ya que son las ventanas que permiten ver la actividad en vivo de sus vasos sanguíneos, nervios y tejidos conectivos de todo su organismo. A través de ellos puede realizarse tanto un diagnóstico precoz de algunas enfermedades sistémicas como también un seguimiento evolutivo y pronóstico de las mismas.
Hay que tener en cuenta que el ojo es el único órgano en el que podemos realizar una valoración directa de la microcirculación con el estudio de la retina, es decir, de las arterias y venas más finas de nuestro cuerpo. Los hallazgos en la retina pueden ser extrapolados a la microcirculación de otros órganos.
Trastornos endocrinos
Algunas de las enfermedades sistémicas con alteraciones oculares pueden ser reflejo de trastornos endocrinos como diabetes o hipertiroidismo. En los pacientes diabéticos es especialmente importante el estudio del fondo de ojo para detectar alteraciones vasculares en la retina que deben ser tratadas ya que pueden llegar a provocar ceguera si no se detectan a tiempo. Por otra parte, el ojo seco y la ceguera nocturna pueden esconder una deficiencia de vitamina A, lo que implica que los ojos para mantener su lubricación necesaria, no puedan producir la humedad que necesitan
Por otra parte, las hormonas tiroideas desempeñan una función crucial durante el desarrollo del organismo, incluyendo el de los ojos. El hipertiroidismo o tiroides hiperactiva, que ocurre cuando la glándula tiroides produce más hormonas tiroideas de las que su cuerpo necesita, puede provocar exoftalmos que es la proyección o salida del globo ocular (proptosis u ojos saltones).
Patología circulatoria
Otras patologías que pueden implicar trastornos en la visión son las enfermedades circulatorias como la hipertensión arterial que puede provocar lesiones a nivel retiniano. En estos casos tras el estudio rutinario del fondo de ojo se puede sospechar una hipertensión arterial no diagnosticada y en hipertensiones ya diagnosticadas sirve para valorar el grado de la enfermedad.
Respecto a las lesiones carotideas, el estudio del nervio óptico puede ayudar en el diagnóstico de este tipo de lesiones. En estos casos se podrán prevenir lesiones cerebrales con el tratamiento adecuado.
Enfermedades neurológicas
La esclerosis múltiple puede sospecharse a partir de alteraciones visuales como la alteración del nervio óptico, pérdida de visión, visión doble que obliga a realizar estudios más profundos. En ocasiones, el ojo refleja enfermedades muy graves como el aneurisma o tumor cerebral. Los signos de un aneurisma pueden incluir una severa cefalea de un solo lado de la cabeza o parálisis de los nervios oculomotores. Los aneurismas pueden ser graves y requieren atención médica inmediata. Respecto a los tumores pueden producir aumento de presión en el cerebro que se trasmite al ojo. La inflamación cerca de los ojos produce cambios en el nervio óptico que un oftalmólogo puede detectar. La pérdida de visión lateral, visión doble reciente o cambios en el tamaño de una pupila, pueden ser otros signos de tumor cerebral.
Enfermedades reumáticas:
Por último, se debe advertir que algunas enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjogren, (síndrome de sequedad de mucosas asociado a otras lesiones), pueden provocar alteraciones oculares en forma de escleritis o uveítis.