La Psiquiatría Perinatal es un área de especialidad muy reciente desarrollada en los últimos años, que tiene como objetivo la atención, el tratamiento y la intervención de los trastornos psiquiátricos durante el embarazo, la lactancia y los primeros meses de post-parto.
Hasta hace pocos años, la maternidad era considerada una etapa de bienestar psíquico para las mujeres. Sin embargo, recientes investigaciones demuestran que hasta un 20% de las mujeres embarazadas presentan algún tipo de patología psíquica, siendo la más frecuente los trastornos emocionales.
La evidencia científica apunta que hasta un 15% de las mujeres pueden presentar un cuadro de depresión, siendo la etapa más vulnerable los tres primeros meses del post-parto.
Por otro lado, cuando hablamos de psiquiatría reproductora nos referimos a la rama de la psiquiatría dirigida a apoyar a las parejas con problemas de infertilidad que van a realizar tratamientos de reproducción con la finalidad de evaluar su estado emocional y psíquico y ayudarles con intervenciones psicológicas específicas y personalizadas a afrontar esta etapa tan importante de sus vidas.
¿Qué podemos hacer?
Es muy importante que las mujeres con trastornos psiquiátricos previos, crónicos o que debutan durante el embarazo o en el post-parto, deben recibir una intervención adecuada y eficaz en cada una de las etapas de la gestación, parto y lactancia dirigida a conseguir la estabilidad emocional de la madre, que es fundamental para establecer un adecuado vínculo materno-filial en los primeros meses de vida.
Para una correcta evaluación, diagnóstico e intervención, sería importante acudir a un médico-psiquiatra que pueda realizar un adecuado diagnóstico diferencial y valorar la necesidad de tratamiento y/o intervención psicoterapéutica, ambos abordajes pueden ser fundamental para conseguir una adecuada estabilidad psíquica y potenciar la relación vincular madre-hijo/a.
¿A qué nos referimos con vínculo materno-filial?
El vínculo es un instinto biológico destinado a garantizar la supervivencia de los niños/as recién nacidos. Por lo tanto, podríamos decir que el vínculo es el lazo que se establece entre el niño y la madre para cumplir la función biológica de promover la protección, la supervivencia y el desarrollo emocional. De ahí la importancia de mantener el contacto físico entre madre-hijo desde el momento del parto como figura de apego y protección que crea seguridad y bienestar en el recién nacido.
¿Qué factores contribuyen a crear un adecuado vínculo?
La experiencia del parto: La vivencia del parto va a estar marcado por las expectativas, la cultura de la madre, por su psicobiografía pero también va estar muy marcada por la neurobiología del parto. Durante el proceso del parto es importante que la madre se encuentre tranquila y serena ya que el miedo puede inhibir y prolongar el parto. En general, si el parto es bueno, va a producir un incremento de autoestima en la madre y de seguridad. Por lo tanto, el cómo trascurra el parto va a afectar al vínculo entre madre e hijo. Y por el contrario, si se produce un parto con muchas dificultades puede afectar al desarrollo de un adecuado vínculo.
Por otro lado, existe la necesidad psíquica por parte de las madres de contar la historia del parto para integrar este evento que es tan significativo en la vida de una mujer.
También es importante recordar que el parto natural, siempre y cuando sea posible, produce un escenario neuroquímico a nivel de oxitocina endógena que beneficia esta experiencia del parto y etapa del puerperio.
El contacto piel con piel inmediato, siempre que sea posible, disminuye el estrés del bebé durante las primeras horas de vida y por lo tanto favorece la creación de un adecuado vínculo.
La lactancia materna. Tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud, la lactancia materna durante los 6 primeros meses, no sólo produce un beneficio a nivel nutricional e inmunológico sino que también favorece la relación entre madre e hijo, fortaleciendo los lazos emocionales y el sistema vincular.
Además, numerosos estudios han destacado la importancia de que un ambiente positivo nivel afectivo es muy importante para el desarrollo de cualquier niño. Las madres con alteraciones emocionales durante este periodo de vida, están sometidas además a un estrés adicional del que ya es en sí la responsabilidad de criar a un niño/a. Por lo tanto, es muy importante una adecuada evaluación temprana e intervención que pueda ayudar a la madre a incrementar su autoestima y favorecer su salud mental en este periodo de vida tan importante para ella.