Las altas exigencias en deportes como el fútbol o el baloncesto hacen que las lesiones puedan condicionar las carreras de los deportistas. De hecho, cada vez hay que prestar más atención a las lesiones por sobrecarga como es el caso de Pau Gasol y su lesión que ha puesto en riesgo su carrera en ...
Las altas exigencias en deportes como el fútbol o el baloncesto hacen que las lesiones puedan condicionar las carreras de los deportistas. De hecho, cada vez hay que prestar más atención a las lesiones por sobrecarga como es el caso de Pau Gasol y su lesión que ha puesto en riesgo su carrera en la NBA.
“Este tipo de lesiones son altamente limitantes para el mejor rendimiento que exige el deporte profesional. Una de ellas es la fractura del escafoides tarsiano (navicular). En baloncesto, por la constante actividad de salto, carrera y movimientos laterales, le hace especialmente vulnerable”, apunta el Dr. Juan Antonio Corbalán, responsable de la unidad de salud deportiva de Vithas Internacional.
¿En qué consiste esta lesión?
El tarso conforma una estructura de varios huesos que supone una cadena de fuerza para amortiguar las altas cargas generadas por la carrera y el salto. Entre todos estos huesos, por su posición intermedia, el escafoides o navicular, tiene un papel fundamental a modo de sujeción de la bóveda plantar y como equilibrador de fuerzas en su trasmisión a los metatarsianos y como receptor de las fuerzas generadas por ellos.
En este sentido, las lesiones por sobrecarga pueden ser asintomáticas lo que suele dificultar o retrasar el diagnóstico y por lo tanto empeorar la lesión incipiente de grado I hacia formas más graves y limitantes de grado III. “Diagnóstico precoz, reposo deportivo inmediato y reintroducción progresiva y cauta pueden evitar la aparición de pseudo artrosis y una operación nada sencilla en su ejecución y no exenta de secuelas”, señala el doctor Corbalán.
¿En qué tipo de deportista suele aparecer?
Según destaca el responsable de la unidad de salud deportiva de Vithas Internacional, una lesión como ésta no suele darse en deportistas jóvenes, porque la edad del paciente y los años de práctica son factores evidentes de riesgo. El peso corporal tiene también una gran importancia y por ello el baloncesto con los grandes tamaños y pesos de sus practicantes, es un campo muy proclive a este tipo de lesiones.
¿Cómo tenemos que actuar?
Ante un dolor crónico en esta parte del pie, es fundamental la consulta a un especialista traumatólogo y dejar de buscar otras opiniones no operativas. Aunque algunas de ellas puedan ser paliativas y atenuar el dolor, ninguna es curativa y pueden enmascarar la evolución de la propia lesión.