Según datos de la Fundación del Corazón, en España mueren más de 30.000 personas por parada súbita al año. Ante esta situación es fundamental aprender cómo hacer una RCP ya, según Maria Jesús Gonzalez, Jefa de Urgencias, “si la población estuviese formada se estima que se podrían dupl...
Según datos de la Fundación del Corazón, en España mueren más de 30.000 personas por parada súbita al año. Ante esta situación es fundamental aprender cómo hacer una RCP ya, según Maria Jesús Gonzalez, Jefa de Urgencias, “si la población estuviese formada se estima que se podrían duplicar la supervivencia de los pacientes”.
Pero ¿cómo reconocer que están sufriendo paro cardiaco? Según la responsable de urgencias de Vithas Madrid Arturo Soria, la persona está inconsciente, no responde a la llamada, no respira o tiene una respiración agónica. Ante esto, es fundamental pedir ayuda al 112, comenzar la RCP y pedir un desfibrilador.
Debemos tener claro que el desfibrilador salva vidas por ello cada vez hay más en más lugares. Además, los desfibriladores automáticos te van guiando todo el proceso de uso. Si no disponemos de ello es importante saber hacer una RCP.
¿Cómo hacemos un masaje cardiaco? “Debemos de tener claro que lo único que de verdad salva vidas son nuestras manos y la desfibrilación precoz”, señala la doctora Gonzalez.
- Colocar las manos, una encima de la otra, en el centro del pecho. Mantén los codos estirados y coloca tus hombros directamente encima de tus manos.
- Con el talón de la mano presiona hacia abajo, al menos 100 veces por minuto.
- Para la respiración de rescate, y tras haber realizado 30 compresiones del pecho, coloca la palma de tu mano sobre la frente de la persona e inclínale suavemente la cabeza hacia atrás. Luego, con la otra mano, levántale suavemente el mentón hacia adelante para abrir las vías respiratorias.
- Con las vías respiratorias abiertas, apriétale las fosas nasales para la respiración boca a boca y cubre la boca de la persona con la tuya, haciendo un sello.
- Da dos respiraciones de rescate. Haz la primera de un segundo de duración y observa si se eleva el pecho. Si se eleva se puede hacer la segunda. Si no lo hace, repite la maniobra y haz la segunda respiración.
Ten claro que si no tienes preparación o no te sientes seguro no es obligatorio dar respiraciones. Sólo el masaje cardiaco ayuda. Este debe ser fuerte y rápido. “Es importantísimo no tener miedo a hacerlo. Cada minuto que retrasemos el inicio de la reanimación la supervivencia baja un 8-10%. Hacerlo” no perfecto” es mejor q no hacer nada”, concluye.