Seguro que en muchas ocasiones te ha surgido esta duda: ¿qué hago con mi hijo adolescente? ¿Cómo acercase a un hijo adolescente? El deseo de todos los padres es lograr acercarnos a nuestros hijos con éxito, pero esto en la adolescencia se complica, ya que no siempre vamos a conseguirlo, no es...
Seguro que en muchas ocasiones te ha surgido esta duda: ¿qué hago con mi hijo adolescente?
¿Cómo acercase a un hijo adolescente?
El deseo de todos los padres es lograr acercarnos a nuestros hijos con éxito, pero esto en la adolescencia se complica, ya que no siempre vamos a conseguirlo, no es tarea fácil, no.
En líneas generales nos movemos en dos estilos: madres y padres proactivos y madres y padres reactivos. Lo deseable y recomendable es tratar de ser proactivos la mayor parte del tiempo y evitar tener respuestas reactivas, ya que estas nos van a alejar de nuestro hijo.
Las madres y padres con respuestas proactivas logran una comunicación eficaz, basada en la escucha activa, el refuerzo positivo y la negociación. También se caracterizan por ser previsores, es decir, establecen normas claras y concretas, diseñan un sistema de privilegios claro y diferenciado de los derechos y son capaces de dar información sobre temas preocupantes como las drogas, redes sociales y la sexualidad.
Por el contrario, las madres y padres reactivos no logran establecer canales de comunicación útiles, ya que no suelen escuchar y sermonean; priorizan lo que quieren decir a lo que el adolescente les quiere decir; invalidan las emociones: “Eso es una tontería, no tienes que ponerte así…”, muestran autoridad o bien pasividad por miedo, por no saber cómo reaccionar.
Además, este tipo de conducta provoca que los adolescentes suelan comportarse de manera inconsistente y ambigua, confundiendo derechos, regalos y privilegios.
¿Qué conducta debemos fomentar?
-Fomentar la seguridad en sí mismos: Aceptarlo como es, reconocer sus características particulares, las que son propias de él, y valorarlas. Valorar sus avances y logros. Manifestar nuestra aceptación y cariño, es importante sentirse amado, y necesario para el desarrollo de la personalidad. Crear expectativas ajustadas a sus capacidades, no debemos esperar de un hijo más de lo que él pueda dar, pero tampoco menos.
-Ayudarles a madurar: Darles la oportunidad de tomar decisiones, hay muchas cosas que los hijos pueden decidir. Darles tareas, es importante que el hijo tenga la responsabilidad. No hacer las cosas en lugar de ellos, tenemos que correr el riesgo de que nuestros hijos se equivoquen.
-Enseñar el autocontrol: Estableciendo límites y normas, que deben estar claros para los hijos, y también las consecuencias de no respetarlos
-Establecer lazos sociales y familiares: Las personas que se sienten vinculadas a la sociedad o a algún grupo dentro de la comunidad, sienten que forman parte de un proyecto común, y quieren vivir de acuerdo a las normas de ese proyecto.
Comunicarnos con nuestros hijos es importante para ellos y para nosotros. Sólo dentro de una buena comunicación es posible una relación de ayuda mutua y es cuando realmente podremos ejercer una verdadera acción educativa.