Un diagnostico precoz del cáncer de próstata favorece la supervivencia

Un diagnostico precoz del cáncer de próstata favorece la supervivencia

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El cáncer de próstata representa el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres, por delante del cáncer de pulmón y el colorrectal, siendo la principal causa de muerte por cáncer en el hombre. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, cada año se diagnostican en nuestro...

El cáncer de próstata representa el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres, por delante del cáncer de pulmón y el colorrectal, siendo la principal causa de muerte por cáncer en el hombre. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, cada año se diagnostican en nuestro país en torno a 28.000 nuevos casos de cáncer de próstata, de ahí la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad e informar de la importancia del diagnóstico precoz y de los recursos y posibilidades para su tratamiento.

Chequeos preventivos a partir de los 50 años

Una patología bastante común entre la población masculina de edad avanzada, que requiere de la realización de chequeos preventivos urológicos y de pruebas rutinarias de cribado para el diagnóstico, ya que de esta forma se podría detectar a tiempo cualquier anomalía. La edad para acudir a este tipo de chequeos depende de varios factores. Según el doctor Daniel Gallego, urólogo de Vithas Castellón, “la primera revisión urológica debería ser a partir de los 50 años siempre que no se de algún síntoma previo a esa edad como sangrado, dificultad al orinar o se tengan antecedentes familiares, es entonces cuando se tendría que acudir al urólogo a partir de los 40 años”. Según revela la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), , entre el 5 y el 10 por ciento de los cánceres de próstata tienen un componente hereditario, ya que se ha descubierto que el gen implicado en el desarrollo de cáncer de mama (BRCA I y II) también es responsable del cáncer de próstata. “De esta forma, -agrega el profesional-, se puede diagnosticar el tumor localizado en la próstata en un 80-85% de los casos cuando aún no se ha producido metástasis a otros órganos”.

Respecto a la situación que se está viviendo con la covid-19, el profesional hace hincapié en recodar que “vamos a convivir con la pandemia durante un tiempo indeterminado y, mientras tanto, no se deben dejar a un lado las revisiones urológicas ya que el retraso en el diagnóstico precoz puede tener consecuencias graves para el paciente”.

Síntomas

El cáncer de próstata no da síntomas y cuando aparecen es que el tumor se ha extendido a otros órganos. “En estado avanzado, -comenta el doctor Gallego-, puede manifestarse con problemas para orinar, obstrucción al vaciado de la orina desde los riñones, dolores óseos, orina en sangre e insuficiencia renal”. Por ello el diagnóstico precoz es clave. En la primera revisión se suele realizar exploración física (tacto rectal) y la prueba del PSA (Prostate Specific Antigen), aunque, pueden incluirse otras pruebas como ecografía del aparato urinario o incluso una resonancia prostática si se requiere. A partir de aquí, la periodicidad en las revisiones vendrá dada por la presencia o ausencia de síntomas, necesidad o no de tratamiento si los hubiere y valores o resultado del PSA.

Analítica PSA

Tal como explica el profesional, “la analítica del PSA es la prueba más útil para detectar precozmente el cáncer de próstata, pero no la única ya que el principal problema prostático suele venir de la dificultad que la próstata genera durante el acto de orinar con el paso del tiempo, y que se conoce como hiperplasia benigna de próstata” y subraya que “la mayoría de los hombres sin cáncer de próstata tiene niveles bajos de PSA en sangre La probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta a medida que el nivel de PSA sube. Los hombres con un nivel de PSA de 4 a 10, tienen una probabilidad del 30% padecer cáncer de próstata. Sin embargo, el PSA puede elevarse por varios factores no relacionados con el cáncer de próstata como el crecimiento benigno de la glándula prostática (agrandamiento benigno prostático, una infección aguda (prostatitis aguda) o con la edad avanzada”. “

Braquiterapia para tumores

En el caso de que el paciente tenga cáncer de próstata, la braquiterapia de alta tasa de dosis se presenta como la mejor alternativa en aquellos casos susceptibles de recibir este tratamiento, “ya que reduce considerablemente los efectos secundarios”, afirma el doctor Larrea, responsable del servicio de oncología radioterápica del Hospital Vithas Valencia Consuelo. Esta técnica consiste en radioterapia introducida en la próstata mediante agujas y una microsemilla radiactiva movilizada robóticamente que administra toda la irradiación en pocos minutos, retirándose al final.

Tal como afirma el doctor Larrea, “el coste/eficiencia de la braquiterapia de alta tasa de dosis en el cáncer de próstata es muy bueno. Además, la incontinencia urinaria y la impotencia se reduce a menos del 5% y 40% respectivamente y el absentismo laboral se acota a la décima parte pues en la actualidad con la braquiterapia los pacientes ingresan por la mañana y se van por la tarde; es prácticamente ambulatoria”. La principal ventaja de este sistema es su efectividad en un tiempo más reducido, de tan sólo un día, puesto que permite aplicar una dosis muy alta de radiación en una región limitada del organismo sin que resulte dañado el tejido sano circundante”.

Actividad física y alimentación

Por ahora, el mejor consejo relacionado con la alimentación y la actividad física para reducir posiblemente el riesgo de padecer cáncer de próstata consiste en mantener un peso saludable y estar físicamente activo. “Seguir un patrón de alimentación saludable que incluya una variedad colorida de frutas y verduras, así como granos integrales, y que a su vez evite o limite el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas endulzadas con azúcar y alimentos altamente procesados, así como evitar tabaco y alcohol reduce las posibilidades de contraerlo”, concluye el doctor Gallego.

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