Llega el verano y aumentan las temperaturas. Ello conlleva hacer cambios en nuestra alimentación. Nuestro mismo cuerpo nos lo pide. Al igual que en invierno nos apetece más un plato caliente de cuchara para combatir el frío, en verano cambian nuestras apetencias a alimentos más frescos y que no...
Llega el verano y aumentan las temperaturas. Ello conlleva hacer cambios en nuestra alimentación.
Nuestro mismo cuerpo nos lo pide. Al igual que en invierno nos apetece más un plato caliente de cuchara para combatir el frío, en verano cambian nuestras apetencias a alimentos más frescos y que nos aporten una mayor hidratación.
¿Qué cambios debemos hacer?
El primero y principal es aumentar el aporte de agua diario ya que en verano al aumentar las temperaturas eliminamos líquido como consecuencia del sudor y la respiración. Si realizamos, además, ejercicio físico esa pérdida de líquido será aún mayor por lo que la ingesta de agua deberá aumentarse.
Debemos beber en torno a unos 2,5-3 litros de agua en verano, ya que si es mayor la cantidad de líquido que perdemos a la que ingerimos se producirá un desequilibrio hídrico y deshidratación.
Reducir la ingesta de alcohol y bebidas carbonatadas o azucaradas es muy importante. En verano aumentan las salidas (ya que el tiempo acompaña a ello) y aumenta el consumo de alcohol y otras bebidas nada favorables para nuestro organismo. Debemos ser conscientes de que no son saludables y que sustituir una bebida carbonatada por un agua con gas o un té con hielo nos va a ayudar a hidratarnos más y a calmar nuestra sensación de sed.
Sustituye los platos de cuchara de invierno por ensaladas de legumbres. Las lentejas no son solo para hacerlas estofadas ni los garbanzos para añadirlos a los potajes. Utiliza garbanzos o lentejas cocidas para hacer ensaladas con verduras frescas y alguna proteína como atún, huevo duro o pollo. Es una excelente opción para llevar a la playa junto con un gazpacho. Hidrata, refresca y encima saludable.
Debemos tener cuidado con que alimentos utilizamos para sofocar el terral de Málaga. Tenemos asociado que lo que más nos quita el calor son los helados y granizados, pero debemos tener cuidado. Aunque estén fríos y refresquen, el helado nos da un aporte excesivo de grasa y azúcares simples que nuestro organismo no necesita y si el consumo de helado es continuado a lo largo de la semana o el verano nos pasará factura y lo veremos reflejado en la báscula. Una buena alternativa son las mousse de frutas caseras, o los helados caseros con leche desnatada.
A continuación, incluyo una lista con alimentos y bebidas que aportan líquido a nuestro organismo y que deberíamos incorporar a nuestra dieta veraniega.
Formas saludables de hidratarnos.
- Sandía: contiene muchos nutrientes como la vitamina A y B, aporta licopeno, es baja en calorías, antioxidante…
- Piña: fuente de vitaminas y minerales como la vitamina A y C, favorece el sistema inmunológico, antioxidante, baja en calorías …
- Melón: aporta vitamina A y E, bajo en kcal, aporta fibra, previene la gota…
- Pepino: contiene ácido fólico y muchos minerales como el calcio, hierro y magnesio, antiinflamatorio natural, combate el cansancio y el estrés…
- Espárragos: aportan escasas calorías y alto contenido en fibra, destaca su aporte en minerales como el magnesio, fósforo, calcio y potasio, antioxidante…
- Tomate: aporta vitamina C, A y K, protege nuestra vista, mejora la circulación sanguínea…
- Zanahoria: rica en potasio y fósforo, evita el cansancio, favorece el crecimiento del cabello y uñas…
- Naranja: poderoso antioxidante por la vitamina C, refuerza el sistema inmunológico, fortalece el sistema nervioso…
- Agua con gas: ayuda a estimular la secreción de los jugos gástricos, facilita la digestión, buena opción para digestiones pesadas…
- Te frío: sin calorías, protege el sistema inmunológico, antioxidante…
Recuerda que la botella de agua es tu mayor aliada en verano, evita las exposiciones durante un periodo largo de tiempo al sol, si haces ejercicio bebe más agua de lo que se bebe habitualmente, reduce la ingesta de alcohol y bebidas carbonatadas o azucaradas y, sobre todo... ¡Disfruta del verano!