Neuropsicología

Neuropsicología

¿Qué es la neuropsicología?

La neuropsicología es una especialidad de la psicología que se centra en el estudio de las funciones cognitivas (memoria, atención, funciones ejecutivas, etc.) tanto en el contexto de enfermedades neurológicas o psiquiátricas (cerebrales, al fin y al cabo), como en cuadros patológicos con repercusión cerebral.

¿Cuándo acudir a consulta de neuropsicología?

Se acudirá a neuropsicología siempre ante la sospecha (o ya confirmación) de déficit cognitivos. Los neuropsicólogos evaluarán esos déficits, harán un diagnóstico neurocognitivo y harán los tratamiento neurocognitivos adecuados de la patología cognitiva.

Principales trastornos que tratan los neuropsicólogos

Como se ha dicho, cualquier trastorno neurocognitivo en el contexto de cualquier enfermedad neurológica. Concretando, los neuropsicólogos intervienen en:

  • Traumatismos cráneoencefálicos.
  • Cuadros neurovasculares (ictus, etc.).
  • Trastornos del Neurodesarrollo (TDAH, TEA, etc.).
  • Encefalopatías post-anóxicas o de otra causa.

En general, los neuropsicólogos tratarán personas que presenten alteraciones neurocognitivas, es decir, de las funciones cognitivas, en cualquier contexto.

Cómo se hace la evaluación por neuropsicología

Lo esencial en cualquier paciente es la anamnesis. Una vez que se recogen los datos esenciales de relevancia clínica y funcional, se explorará aquello que se sospeche.

La exploración de las funciones neurocognitivas supone la administración de diferentes tareas para ver las distintas funciones neurocognitivas.

No tiene que venir en ayunas ni son pruebas dolorosas o cargantes. Son, simplemente, pruebas para poner de manifiesto su memoria, su atención, el razonamiento, etc.

Tratamiento neurocognitivo

El tratamiento neurocognitivo es el conjunto de intervenciones sobre las funciones cognitivas con el objetivo de mejoría, mantenimiento, o mínimo empeoramiento, dirigidas a la propia función o a la funcionalidad de la función (es decir, a la facilidad, utilidad o funcionamiento), con la finalidad de impactar en la mejoría de la autonomía de la actividad cotidiana del paciente.

Todos los tratamientos son individuales e individualizados y depende, para su aplicación, de determinadas variables que hay que conocer (trastorno, evolución, neuroimagen, exploración, etc.).

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