- El Dr. Antonio de Toro, especialista en ginecología de Insego en el Hospital Vithas Sevilla, comenta el papel de la terapia hormonal en la reducción de los síntomas de la menopausia.
- La bajada del estradiol, un tipo de estrógeno, es el motivo principal que causa la mayoría de los efectos negativos asociados a la menopausia.
Sofocos, insomnio, aumento de grasa abdominal y pérdida de masa ósea son sólo algunos de los síntomas que afectan a millones de mujeres cuando llega la menopausia. Tal y como señala el Dr. Antonio de Toro, especialista en obstetricia y ginecología de Insego en el Hospital Vithas Sevilla, “la menopausia marca una etapa natural en la vida de la mujer, pero sus efectos físicos pueden alterar profundamente el bienestar diario”.
Entre los 45 y 55 años comienza un nuevo periodo que “para muchas mujeres es motivo de alivio, pues supone eliminar preocupaciones de su vida como pueden ser tener la menstruación o un posible embarazo”. Aunque en muchos aspectos sea positiva, la menopausia puede suponer una serie de alteraciones hormonales que afectan al cuerpo de forma global. Entre los principales cambios, la menopausia se produce por la falta de producción de estrógenos y progesterona, hormonas básicas en la salud femenina.
Así, como subraya el especialista de Vithas Sevilla “el estradiol es la principal hormona sexual femenina, producida por los ovarios, que desempeña un papel esencial en la salud integral de la mujer”. Más allá de su función reproductiva, actúa sobre el cerebro, el sistema cardiovascular, la composición corporal y el metabolismo. Su disminución durante la menopausia provoca una ralentización metabólica, que se traduce en la mayoría de las mujeres en la redistribución de la grasa hacia el abdomen, la pérdida de masa ósea, las alteraciones en el estado de ánimo y un mayor riesgo de enfermedades como la resistencia a la insulina y eventos cardiovasculares.
Además “la falta de estradiol también afecta la calidad del sueño, la función cognitiva y la salud vascular, al perderse su efecto protector sobre el endotelio de arterias y capilares”. La disminución de los estrógenos en general, grupo al que pertenece el estradiol y la progesterona, tienen una influencia directa en el equilibrio hormonal del cuerpo femenino.
Para hacer frente a los síntomas el uso de “la terapia hormonal sustitutiva, que incluye estrógenos y progesterona, puede ayudar a mitigar estos efectos, siempre bajo supervisión médica”, destaca el Dr. De Toro.
Duración y contraindicaciones de la terapia hormonal sustitutiva
El tratamiento de la menopausia, especialmente la terapia hormonal sustitutiva (THS), debe ser altamente individualizado y adaptado a las necesidades, antecedentes médicos y calidad de vida de cada mujer. Los especialistas coinciden en que puede ser muy beneficiosa para aliviar síntomas como los sofocos, la alteración del estado de ánimo o la pérdida de masa ósea.
En mujeres que ya toman anticonceptivos a partir de los 40 o 45 años, estos pueden mantenerse durante la etapa de perimenopausia si no existen contraindicaciones, siempre bajo vigilancia médica. El inicio del tratamiento dependerá de la sintomatología y de la decisión informada de la mujer, en función de cómo desea vivir esta etapa.
Respecto a la duración, “se considera que los primeros 2 a 5 años tras el inicio de la menopausia son el periodo más agudo en cuanto a síntomas, y es en ese intervalo donde la THS puede ofrecer mayor beneficio. Tradicionalmente, se recomienda un tratamiento de unos cinco años, aunque este límite puede extenderse si el balance entre beneficios y riesgos sigue siendo favorable”, destaca el Dr. De Toro.
La mayoría de las mujeres experimentan una disminución progresiva de los síntomas, pero existe un pequeño porcentaje, entre el 10–12% que puede tener una “vuelta atrás al suspender el tratamiento, con reaparición de sofocos y otros malestares. Por ello, es fundamental realizar revisiones periódicas y valorar la posibilidad de hacer pausas terapéuticas para evaluar si el tratamiento sigue siendo necesario”.
No podemos olvidar que, gracias a la mayor esperanza de vida, “menopausia puede durar más de 30 años. Vivirla con salud y actitud positiva es fundamental” afirma el Dr. de Toro.