La inmunoterapia es el único tratamiento actual que puede modificar la enfermedad alérgica. Permite superar una alergia ya presente y que el paciente tolere la sustancia causante igual que quien nunca ha tenido alergia.
Aunque es frecuente vincular las alergias con la primavera, en todas las estaciones encontramos plantas y árboles en plena actividad. El otoño, por ejemplo, es la época de polinización de las malezas, como el chenopodium (conocido como cenizo), el crisantemo, los cipreses, la parietaria, la salsola…
Esto significa que personas con rinitis alérgica o asma añaden los síntomas propios de estas reacciones alérgicas a los habituales catarros de la estación. Afortunadamente, la calidad de vida de estos pacientes puede mejorar notablemente gracias a la inmunoterapia, el único tratamiento actual que modifica la enfermedad y que puede utilizarse para tratar tanto alergias al polen como al epitelio de animales o a otros alérgenos.
La inmunoterapia es aplicada en aquellas personas con alergias ya presentes y permite que puedan tolerar la sustancia causante de alergia de la misma forma que las personas que nunca la han tenido. El Dr. Juan Carlos Sainz, alergólogo del Hospital Vithas Madrid Aravaca, explica el procedimiento “lo primero es detectar qué componentes del compuesto biológico desencadenan la reacción alérgica: analizamos la historia clínica del paciente y realizamos pruebas cutáneas y exámenes analíticos precisos, como, por ejemplo, pruebas moleculares.”
Este análisis permite seleccionar los alérgenos para la llevar a cabo la terapia. Entonces, se administran al paciente mediante distintos tipos de vacunas (subcutáneas, sublinguales y orales) y en pequeñas cantidades, que se van incrementando lentamente, hasta llegar a una dosis máxima que se mantiene durante todo el tiempo que dura el tratamiento, que suele ser de 3 a 5 años. Si el diagnóstico realizado es bueno, los síntomas deben reducirse entre el 50 y 60% el primer año.
Es importante que las primeras dosis las aplique un especialista en alergología y en consulta pues, como toda terapia, puede producir reacciones locales, de importancia menor, y, más raramente (en torno al 2%), reacciones generales que habría que tratar de forma ágil.
Según señala el Dr. Sainz “las vacunas se toleran en un 95 y un 98%; si hay reacciones suelen ser leves, como pápula o picor en el punto de la inyección, que desaparece en 24 horas” Una vez comprobado que el paciente tolera el tratamiento, él mismo podrá aplicárselo según las indicaciones del especialista y el tiempo que dure.
La inmunoterapia permite superar una alergia ya presente y que el paciente tolere la sustancia causante igual que las personas que nunca han tenido alergia. Además, los tratamientos de inmunoterapia son compatibles con otros tratamientos para la alergia y con casi todos los tratamientos para enfermedades no alérgicas.