- Entre los beneficios para el paciente con problemas de próstata destacan un ingreso menor o en régimen de cirugía ambulatoria y sin alteración de su actividad diaria. Además, el sangrado es mínimo, la incontinencia urinaria es secundaria y, en la mayoría de ocasiones, con preservación de la potencia sexual
- “La prevención y el tratamiento de las enfermedades prostáticas constituyen elementos esenciales dentro del papel de la urología moderna”, destaca el doctor Enrique Lledó, responsable del servicio de urología del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa y responsable del equipo de urólogos Grupo AVANTE en Vithas Madrid Arturo Soria
La patología prostática constituye uno de los campos de trabajo más amplios y prevalentes dentro de la urología. “La hiperplasia prostática benigna se produce en el 100 % de los hombres por encima de los 45 años y sus manifestaciones clínicas, que precisan tratamiento farmacológico y/o quirúrgico, en más del 50 % de los mismos” [1], asegura el doctor Enrique Lledó, responsable del servicio de urología del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa y responsable del equipo de urólogos Grupo AVANTE en Vithas Madrid Arturo Soria.
Por ello, añade el especialista, “la prevención y el tratamiento de las enfermedades prostáticas constituyen elementos esenciales dentro del papel de la urología moderna”. En ese sentido, actualmente, ambos centros hospitalarios ofrecen al paciente las técnicas más punteras en cuanto a patología prostática se refiere. Para tratar la hiperplasia benigna prostática, destacan la vaporización con láser verde, la enucleación con láser holmium o Rezüm, más comúnmente conocido como un tratamiento transuretral mediante energía de vapor de agua en próstata.
Estos tratamientos mínimamente invasivos “permiten que el paciente resuelva sus síntomas con un ingreso menor o en régimen de cirugía ambulatoria y una alteración casi imperceptible de su actividad diaria”, explica el Dr. Lledó.
Últimos avances en cáncer de próstata
Dentro de la patología prostática, señala el especialista, “los cánceres urológicos constituyen un problema muy significativo e importante”. De hecho, el cáncer de próstata es el cuarto tumor sólido más frecuentemente diagnosticado en todo el mundo tras la mama, pulmón y colorrectal[2].
En ese sentido, los métodos de estudio y diagnóstico precoz del cáncer de próstata, como la resonancia nuclear multiparamétrica, con biopsia selectiva de zonas sospechosas -conocida como biopsia de fusión-, “permiten descubrir los casos de forma precoz en etapas absolutamente curables”, subraya el Dr. Lledó.
Otros tratamientos focales, como el ultrasonido de alta intensidad (HIFU) o la crioterapia focal, que van dirigidos a las zonas patológicas, “destruyen las células cancerosas sin alterar el resto de la anatomía”, explica. Entre los beneficios que aportan estas técnicas al paciente destacan un ingreso mínimo, sin sangrado ni incontinencia urinaria y, en la mayoría de ocasiones, con preservación de la potencia sexual. Además, en el tratamiento del cáncer de próstata también son relevantes la cirugía laparoscópica y robótica, técnicas que “permiten extirpar exclusivamente la glándula prostática enferma, respetando los nervios que se dirigen al pene y a la estructura esfinteriana y, por tanto, minimizando las temidas secuelas de la cirugía prostática clásica”, concluye el Dr. Lledó.
[1] ‘Próstata agrandada (HBP)’. Radiologyinfo.org. https://bit.ly/3x25von
[2] ‘Las cifras del cáncer en España 2022’. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). https://bit.ly/3KSNFd2