Los expertos resaltan que los pacientes con epilepsia suelen sufrir tasas de desempleo superiores a la media y, en el caso de ocurrir durante la etapa de escolarización, las tasas de abandono suelen ser alta. En cuanto a cómo actuar si presenciamos una crisis epiléptica, el neurólogo del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria apunta que “el mito de tragarse la lengua es falso” y que no debemos introducir ningún objeto en la boca del paciente.
Madrid, 14 de febrero de 2022. La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso que se caracteriza por la presencia de crisis epilépticas. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), esta enfermedad afecta en Europa a unos seis millones de habitantes y, aunque puede afectar a cualquier persona, durante los primeros meses de vida es el momento con mayor probabilidad de presentarla, así como en la senectud, especialmente a partir de los 70 años.
Pese a ello, los expertos resaltan que la epilepsia es una enfermedad tratable. “Aunque cada síndrome epiléptico tiene un pronóstico y una respuesta al tratamiento diferente, más del 70% de los pacientes con epilepsia alcanzarán una remisión prolongada en algún momento de la evolución de la enfermedad”, señala el doctor Enrique Noé, neurólogo y director de investigación de Vithas Neuro Rehabilitación Human Brain (NeuroRHB).
Aunque el pronóstico en términos médicos es favorable, la integración social no lo es tanto. “Algunos tipos de epilepsia, especialmente los que se asocian a lesiones en la estructura del cerebro, a veces se asocian a otros problemas de tipo emocional-afectivo, como el trastorno de ansiedad o la depresión”,[1]apunta el doctor Joaquín Ojeda, neurólogo del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria.
En este sentido, el director de investigación de Vithas NeuroRHB resalta que los pacientes con epilepsia suelen presentar tasas de desempleo superiores a la media poblacional y, en el caso de ocurrir durante la etapa de escolarización, las tasas de rendimiento escolar y abandono suelen ser altas debido, sobre todo, al mayor riesgo de accidentes, hospitalización, absentismo laboral y, en definitiva, estigmatización social.
Ante esta situación, ambos expertos coinciden en que el abordaje de la epilepsia debe realizarse desde un enfoque biopsicosocial, contemplando no solo aspectos biomédicos como por ejemplo el número de crisis, o la severidad de las mismas, sino también la repercusión en términos de las particularidades de cada persona que las sufre, incluyendo su entorno cercano y sus actividades.
Cómo actuar ante una crisis epiléptica.
Sobre cómo actuar si presenciamos una crisis epiléptica convulsiva que afecta al nivel de conciencia, el neurólogo del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria, el doctor Ojeda, traslada las siguientes recomendaciones.
1. Debemos avisar a los servicios de emergencia.
2. Hay que tomar nota de la hora de inicio de los síntomas.
3. Asistir a la persona colocándola en posición de seguridad, tumbado de lado.
4. Vigilar que no se golpee la cabeza.
5. No introducir ningún objeto en la boca del paciente. “El mito de “tragarse la lengua" es falso”, señala el doctor Ojeda.
Además, el doctor Ojeda señala que la epilepsia puede tener múltiples manifestaciones y que, aunque la más conocida sean las convulsiones, existen múltiples tipos de crisis que tiene sintomatología muy variadas como pueden ser hormigueos, alteraciones visuales, desconexiones del medio, sacudidas musculares. “Ante alguno de estos síntomas neurológicos es importante consultar al médico de familia para estudiar la naturaleza de esos fenómenos”, concluye.
[1] Sander JW, Shorvon SD. Epidemiology of the epilepsies. J Neurol Neurosurgery Psychiatry. 1996 Nov; 61(5):433-43. doi: 10.1136/jnnp.61.5.433. https://jnnp.bmj.com/content/61/5/433.long