El doctor Asier Bengoechea, del centro médico Vithas en Alzira, advierte del aumento de la posibilidad de sufrir accidentes laborales y de tráfico, así como patologías cardiovasculares. El especialista ha resaltado que el diagnóstico clínico de esta patología es necesario confirmarlo con la realización de un estudio del sueño y que la CPAP constituye un tratamiento eficaz
El doctor Asier Bengoechea, neumólogo del centro médico de Vithas en Alzira, ha alertado de los riesgos para la salud si no se diagnostica y se trata una apnea obstructiva del sueño (AOS). Entre estos ha destacado el aumento de la posibilidad de sufrir accidentes laborales y de tráfico por la hipersomnia, así como patologías cardiovasculares.
El especialista ha explicado que la AOS es “uno de los trastornos del sueño más frecuentes. Recientemente se ha publicado un estudio en el que se ha observado una prevalencia que varía entre un 4 y un 40% de la población adulta”.
El doctor Bengoechea señala que la vía aérea superior de los pacientes con AOS tiene “facilidad para colapsarse durante el sueño, llevando consigo la oclusión total o parcial de la misma”. El cese de la respiración ocurre “hasta que se produce un “microdespertar” que reactiva la musculatura logrando su apertura.
El episodio de apnea ocurre “cuando los factores que tienden a cerrar la luz de la vía aérea no pueden ser contrarrestados por la capacidad de los músculos dilatadores de la faringe y/o de los centros respiratorios que la mantienen abierta”.
De esta manera, la AOS aumenta el riesgo de sufrir accidentes laborales y de tráfico por la hipersomnia. En el ámbito cardiovascular, se acompaña de un aumento de casos de pacientes con hipertensión arterial (HTA). También es muy frecuente en la enfermedad coronaria. De igual modo, la AOS aumenta el riesgo de tener un ictus y podría condicionar un mayor deterioro funcional/cognitivo y una mayor mortalidad. Los trastornos del ritmo cardíaco, la tromboembolia pulmonar y la hipertensión arterial pulmonar son consecuencias clínicas que tienen también una frecuencia de AOS muy elevada. Por otro lado, la AOS grave se asocia a un mayor riesgo de incidencia por cáncer, mortalidad y agresividad del tumor (melanoma). Respecto al ámbito cognitivo, la AOS provoca un mayor deterioro cognitivo (principalmente en la función ejecutiva, la atención y la memoria) y se asocia de forma bidireccional a la depresión.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas que se realizan para su diagnóstico van desde la poligrafía respiratoria, que se puede hacer en casa del paciente, hasta la polisomnografía, que requiere una noche de ingreso hospitalario.
Tal y como ha señalado el especialista del centro médico de Vithas en Alzira, se considera diagnóstico de AOS cuando el paciente presenta un índice de apneas-hipopneas igual o superior a 15 por hora, predominantemente obstructivas, o bien cuando presenta un un índice de apneas-hipopneas igual o superior a 5 por hora, “acompañado de uno o más de los siguientes factores: excesiva somnolencia durante el día, sueño no reparador, cansancio excesivo, dolor de cabeza matutino y/o deterioro de la calidad de vida relacionada con el sueño, no justificables por otras causas”.
El especialista del centro médico de Vithas en Alzira ha recordado que antes del inicio del tratamiento “el diagnóstico clínico de AOS tiene que ser confirmado por medio de un estudio de sueño”. Un tratamiento consta de tres puntos importantes. Por un lado, el inicio de medidas “higiénico-dietéticas en todos los pacientes con AOS, tanto si está indicado o no el tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP)”.
También realizar una valoración del paciente para identificar sus comorbilidades. “Es recomendable tratar el sobrepeso u obesidad en todos los pacientes con AOS. La obesidad grave requiere estrategias más duraderas que deberán ser evaluadas en unidades especializadas”, ha manifestado.
En el caso del tratamiento de causas reversibles el especialista recomienda un tratamiento sustitutivo en pacientes con AOS e hipotiroidismo pues ante la presencia de hipertrofia amigdalar o alteraciones faciales graves “hay que considerar la opción quirúrgica como tratamiento de la AOS”. El doctor Bengoechea señala que “en cualquiera de estas situaciones se puede valorar la necesidad de tratamiento con CPAP mientras el tratamiento de la causa reversible se hace efectivo”.
A pesar de todo, la CPAP “sigue siendo el tratamiento de elección en muchos de estos pacientes y constituye un tratamiento eficaz para reducir la gravedad de la AOS”, ha concluido.