El uso descontrolado puede conducir a conductas obsesivas y a convertirse en personas posesivas y controladoras Otra consecuencia es el ‘phubbing’ o menosprecio a las personas por dar más importancia a los dispositivos móviles
España es el mayor consumidor de smartphones de Europa. El dato se acompaña con la triste noticia de encabezar la lista de países europeos con más casos de adicción a WhatsApp y a internet entre los adolescentes.
Según un estudio realizado por el Pew Research Center en 2018, las aplicaciones de mensajería inmediata se han convertido la principal herramienta de comunicación entre adolescentes. El estudio se basó en la entrevista de 750 menores de entre 13 y 17 años. El cambio en las formas de relacionarse está provocando, “una aumento de problemas como la dependencia al móvil o la disminución del rendimiento escolar”, afirma la Dra. Elisa Ibáñez, psiquiatra de las unidades de desintoxicación y salud mental de los hospitales Vithas Aguas Vivas y Valencia/Ivane Salud de Valencia
Señales de uso descontrolado
Desde los hospitales Vithas Aguas Vivas y Valencia se apuntan los siguientes síntomas que pueden aparecer en personas que presentan comportamientos irrefrenables al uso de aplicación WhatsApp y otras formas de mensajería inmediata:
- Contestar de forma compulsiva a los mensajes recibidos.
- Incapacidad a la hora de relacionarse con otras personas sin dejar de utilizar el teléfono móvil.
- Crear conflictos o tergiversar conversaciones.
- Mostrar desinterés por la vida cotidiana.
- Utilizar la aplicación como una forma de controlar a la pareja.
- Desarrollar conductas obsesivas compulsivas.
- Baja autoestima, depresión o tristeza al sentirse rechazados.
- Nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil.
- Síndrome de la llamada imaginaria, al estar pendiente del smartphone continuamente se cree que se reciben llamadas o mensajes que realmente no se han recibido.
- Síndrome del doble check:onsultar permanentemente si la otra persona ha leído el mensaje, ya que aparece un doble check azul cuando lo recibe.
- Phubbing o menosprecio a las personas por dar más importancia a los dispositivos móviles.
Los síntomas pueden ir más allá de los psicológicos y aparecer problemas físicos como tendinitis, ausencia de sueño, dificultades en el aprendizaje o mente ausente y disminución de la capacidad de retención. “También sentimiento de tristeza al demorarse o no recibir las contestaciones esperadas”, añade la Dra. Ibañez.
Adicción en adultos
Pese a darse de forma especial entre adolescentes, la adicción a WhatsApp también se da en adultos sin ningún tipo de patología psicológica.
“Las personas que utilizan esta herramienta diariamente para comunicarse durante la mayor parte del día y realizan un mal uso, pueden desarrollar conductas obsesivas, convertirse en personas posesivas y controladoras, experimentar depresión o celos que pueden interferir en la vida personal, sentimental y social, generando malestar emocional”, aseguran Clara Díez y Marta Escobedo, psicólogas de las unidades de desintoxicación y salud mental de los hospitales Vithas Aguas Vivas y Valencia/Ivane Salud.
Aunque el uso de la aplicación es muy común en los adolescentes, también puede padecer adicción a WhatsApp adultos sin ningún tipo de patología psicológica (trastornos emocionales, aislamiento…). El hecho de no existir contacto físico entre las personas con las que se comunica por mensajería propicia en muchas ocasiones que se manifiesten pensamientos, deseos, emociones o sentimientos que no se comunicarían directamente a la cara, situación que puede generar malentendidos en las relaciones sociales.
“Si se realiza un uso correcto y moderado de WhatsApp resulta una herramienta de gran utilidad en el día a día y nos facilita la vida; sin embargo, no sustituye a una conversación, un abrazo o un beso”, afirman las especialistas de los hospitales Vithas / Ivane Salud.
El compromiso de Vithas: calidad asistencial acreditada, servicio personal y largo plazo
Vithas es el primer operador sanitario de capital 100% español. Su compromiso estratégico es que toda asistencia sanitaria esté avalada por los estándares de la acreditación de calidad de mayor prestigio internacional, la Joint Commission International. Tan solo 14 prestigiosos hospitales en España poseen tal acreditación y reconocimiento, y dos de ellos forman parte de Vithas, en Madrid y Málaga. Cada año Vithas atiende a más de 5.000.000 pacientes en sus 19 hospitales y 29 centros médicos Vithas Salud. Los 48 centros se encuentran distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional y destacan los hospitales de Alicante, Almería, Benalmádena, Castellón, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Sevilla, Tenerife, Vigo, Valencia y Vitoria-Gasteiz. Los 28 centros Vithas Salud se encuentran en Alicante, Almuñécar, Elche, El Ejido, Fuengirola, Granada, La Estrada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Marín, Nerja, Pontevedra, Rincón de la Victoria, Sanxenxo, Sevilla, Torre del Mar, Torremolinos, Vilagarcía, y Vitoria-Gasteiz. Vithas cuenta adicionalmente con más de 300 puntos de extracción repartidos por toda España en la red de laboratorios Vithas Lab. Su central de compras PlazaSalud24, referente en el sector, da servicio a 39 hospitales, 35 centros médicos y 20 clínicas dentales.
Vithas posee un acuerdo estratégico con el líder hospitalario en Baleares, la Red Asistencial Juaneda, la cual cuenta con 5 hospitales y una amplia red de centros médicos repartidos por toda la región.
La apuesta de Vithas por una asistencia sanitaria de calidad acreditada y un servicio personalizado va unida al firme apoyo y visión de largo plazo de los accionistas de Vithas: Goodgrower, quien controla un 80% del capital, y grupo ‘la Caixa’, con el 20% restante. Con un modelo de crecimiento basado en la diversificación geográfica y la sostenibilidad, Vithas prevé seguir consolidando su presencia nacional tanto con la apertura de nuevos centros como mediante adquisiciones y acuerdos estratégicos.